Diálogo con mi Daimón

- Bueno, hete aquí. Estás seguro de que quieres continuar?

- Si, estoy seguro, mi deseo es recorrer el Camino Rojo.

- El Camino Rojo, el Camino del Guerrero.

- Si, el Camino del Guerrero.

- Estás consiente de lo que implica caminar por sobre este sendero?

- Si, conciencia, valor, fortaleza, responsabilidad…

- Claro, eso es importante, pero hay otras cosas que debes saber antes de caminar por aquí.

- Como que?

- Tienes que saber que al caminar por aquí, le estarás dando la espalda a la sociedad idiota donde creciste, al “status quo”, y a todo lo que se considera como normal y “bueno”.

- Lo se, claro que se eso, es más, eso es lo que quiero. Alejarme de esta sociedad pendeja que nos ha atrapado a todos con sus garras materialistas y superficiales.

- El problema no solo es el consumismo, también la inconsciencia. La inconsciencia sobre nuestro papel en el universo.

- Y ese cual es?

- Es venir y disfrutar al máximo todo lo que la vida nos da. Saber que la felicidad reside en nuestro interior, no en objetos ni relaciones. La felicidad consiste en estar en armonía con el Universo, Dios, existencia o como quieras llamar al Todo.

- Si, también busco eso, relaciones sanas no coodependientes o chantajistas, saber disfrutar los regalos que el Universo nos da. Poder gritar Hoka Hey todos y cada uno de mis días, incluso el día de mi muerte. Estar consiente de que todos somos colibríes y que aunque parezca poco lo que hacemos, tenemos que hacerlo ya que compartimos este Universo, es de todos y lo que hagamos o dejemos de hacer, nos afecta por igual. Que no hay nadie ni nada indispensable para poder vivir bien.

- Tienes toda la razón en lo que dices. Pero también debes saber que tú serás el que cambie, no la sociedad.

- También lo se. Es mi decisión el caminar por este sendero, y no puedo obligar a los demás a seguir mis pasos. Solo puedo dar el ejemplo, la decisión de seguirme es de los demás.

- Has de saber que es probable que nadie quiera seguirte. Que nadie quiera cambiar su comodidad para hacerse consientes.

- Ellos se lo pierden.

- El Camino del Guerrero muchas veces es solitario.

- Lo se, pero no puedo obligar a los demás a que me sigan. Están en su total derecho de quedarse en su comodidad, y no digo que sea malo.

- No, no es malo. Recuera que no hay mal ni bien, solo correcto e incorrecto. Y decir que no los podrás obligar, ni intentar convencer, es correcto.

- Mi libertad termina donde empieza la de ellos.

- Bien dicho. Aunque debo desmentirte un poco acerca de la soledad de este camino.

- Dime.

- Es cierto que no podrás obligarlos a seguirte, pero también es cierto que tú eliges irte.

- A que te refieres con eso?

- A que tú eres el que decide caminar por aquí. Tú eres el que elige dejar de ser parte de toda esa basura que impide que lleguemos a la conciencia total, la amoralidad y la buena muerte. Tú eres el que decide dejar eso atrás para buscar algo mejor. Es cierto que no los podrás obligar a seguirte, pero tú eres el que se aleja, no ellos.

- No lo había visto así.

- Pues es cierto no crees? Tú eres el que camina, el que se mueve y los va dejando atrás. Ellos no, ellos están quietos.

- Pero en ese caso me costará cada vez más estar con ellos.

- Exacto! Cada vez estarán más lejos de ti, y no por que ellos no te sigan, si no por que tú te vas.

- Y si algún día me siento solo?

- Ese es el riesgo de este sendero. Es solitario, y no por que no haya quien te acompañe, si no por que no permites esa compañía. Es el Camino Rojo, del Guerrero, de la Buena Muerte, y tanto a la guerra como a la muerte, siempre estarás rodeado de gente, pero no acompañado.

- Pero, puedo regresar?

- Claro que podrás, pero pasará lo que dice el Génesis acerca del momento en que Adán y Eva comieron del fruto de la sabiduría.

- Que pasará?

- Pues claro que podrás regresar, podrás volver a desnudarte, pero ya no podrás hacerte el pendejo y hacer como que no sabes que estás desnudo. Así te pasará si regresas, no podrás volver a hacerte pendejo y acomodarte en tu inconsciencia.

- No se si quiera caminar solo.

- Y ahora te vuelvo a preguntar, estás seguro de que esto es lo que quieres? Que en verdad quieres caminar por este sendero a sabiendas de lo que implica?

- No… no estoy seguro.