27/12/12

Adelanto: Crónicas de un Mapache, primer cap.

Jajajá... ¿Qué dijeron? "Chido, a ver que tal está quedando"

Pues neeeeeel!!!

Feliz día de los inocentes m'ijos!

18/11/12

Sobre el arte y los artistas


… músico soy, músico seré…

Qué es un músico, me pregunto. Algunos dirán que es aquel que toca algún instrumento, otros dirán que es aquel que tiene un papel que, avalado por una escuela, dice que estudió tantos años y que, efectivamente, es un músico; algunos otros dirán que es aquel que se presenta en público, o que al menos toca más allá de lo básico. Sin embargo, yo me sigo preguntando, ¿Qué, o mejor dicho, quién; es un músico?

¿Acaso soy yo un músico? Tomando en cuenta que llevo desde ya hace muchas primaveras tocando en público más allá de lo básico. Además, sé tocar al menos 3 instrumentos casi a la perfección y se hacer sonar otros 5 o 6. Sin embargo, no tengo un papel que diga “Este cabrón es un músico”.

O también, ¿Soy un pintor? Porque he pintado varios cuadros, además de que puedo decir que estudié unos años pintura. Pero tampoco tengo un papel que lo pruebe.

O actor, ya que más de dos veces he estado en un escenario, haciendo de algún personaje. También he hecho “clown” y performances improvisados.

Es más, ¿Soy un escritor? Cuento con más de 200 textos ya escritos, la mayoría publicados de manera independiente en ese tan querido espacio mío, otros tantos han sido expuestos, calificados y hasta discutidos. Es más, esto mismo es producto de mi habilidad para plasmar ideas “en papel”.

Pero, aquí viene un detalle que habrá que aclarar antes de continuar escribiendo. Pintor, actor, escritor, aviador, corredor, nadador, senador, trovador, constructor, cobrador, asador, elevador, comedor… Esas palabras dan más la idea de alguien (o algo) que practica una actividad, así pues, escritor es el que escribe como corredor el que corre y elevador la máquina que eleva. Por tanto, escritor soy y pintor fui, sí, sin embargo en este momento me refiero más a “literato”, “actuarato” y “pinterato” (a falta de palabras en el español que lo definan).

Entonces, ¿Soy músico, pinterato, actuarato y literato o no?

La respuesta es simple: Depende de ti. Ese título es otorgado por el público. Lo que es innegable es que soy escritor, actor, pintor y “musicor” (otra palabra que le hace falta al español) cuando escribo, actúo, pinto o hago música, sin embargo, lo músico, pinterato, actuarato y literato es responsabilidad de los otros. Esto es porque ese “ato” va con el peso y la etiqueta del arte. Un músico (musicato) es aquel que hace de la música un arte.

Y aquí viene el meollo del asunto: ¿QUÉ ES EL ARTE? Oh, pregunta milenaria. Pero a mí me gusta intentar contestar las peguntas milenarias.

El arte, según yo, se compone de tres cosas: Técnica, idea y emoción. Si algo cumple con esas tres cosas, PARA MÍ, es arte. ¿Y cómo saber si algo cumple o no con estos puntos?

La Técnica, eso es simple. Si alguien ejecuta una canción, pinta un cuadro, esculpe un torso, escribe un libro, etc.; de una manera “adecuada”, se puede decir que tiene Técnica. Pero no solamente es que sea adecuada, sino que también cuenta la dificultad o lo innovador, porque pintar un punto rojo no tiene mucha dificultad y es difícil hacerlo mal.

La Idea. Qué es lo que se quiere dar a entender con una obra. Este punto es el más complicado de cumplir, ya que muchas veces es bastante complejo entender realmente o al menos formarnos una idea de a dónde apunta el artista. Pero incluso una idea completamente errada cuenta, el punto es que intentemos entender, no que entendamos. Este punto es más difícil de cubrir en la pintura y la música.

Finalmente, la Emoción. Si la obra causa alguna emoción o sentimiento, entonces el tercer punto está cubierto. Risa, tristeza, incluso asco o miedo, lo que sea. Este punto es mucho más difícil de cubrir en la escultura y la escritura.

Quedará entendido que para mi muchas de las cosas que se exhiben en los museos de arte moderno o contemporáneo que simplemente consisten en objetos apilados o manchas de pintura, para mí no son arte. Esto porque, podrá tener técnica, pero simplemente no me viene ninguna idea de lo que se intenta transmitir y la verdad no me causa nada. O tal vez si me cause algo, pero la idea normalmente falta. Sin embargo, tal vez alguien sí entienda o al menos crea hacerlo, y por tanto, para esa otra persona, sí sea arte.

O con lo que escribo. Yo lo considero arte, no sólo porque la modestia no es mi fuerte, si no porque creo tener técnica, entiendo a la perfección lo que quiero dar a entender y todo lo que escribo lo hago con un estado de ánimo especial. Pero tal vez otra persona que lo lea no entienda nada o no le saque ni la más mínima sonrisa y para esa persona esto sea nada más que las tonterías de un aficionado.

Así que el que sea o no un artista depende completamente de aquel que lee lo que escribo, escuche lo que toco, admire lo que pinto o asista a donde actúe. Y que el que algo sea o no arte es completamente subjetivo y completamente personal.

Y nada más, para que conste, la Gioconda de Da Vinci y el David de Miguel Ángel, no son arte para mí. Pese a quién le pese.

21/9/12

Algunas noticias

Pero que cabrón estoy… Escribo que quiero vivir de escritor y me da un bloqueo. Ahora no se qué escribir. Para eso es esto, a ver si escribiendo lo primero que me venga a la mente sale algo. Así como “La Hoja en Blanco”, que empezó como este texto, cualquier cosa que me viniera a la cabeza y terminó siendo toda una oda a los “escultores de hojas”.

Nótese, ya terminé un cuento sobre la niñez llamado “Calcetines mojados”. Está publicado en el blog de “Desencuentros”, por si alguien gusta de leerlo, y a ver si colaboran, porque es un espacio libre y quién sea puede enviar sus obras. Me gustó como quedó para ser sinceros. Es una conversación de “viejas”, así que tiene errores de redacción, un léxico muy limitado y muchas repeticiones. Como cualquier conversación “común”. Espero que nadie se ofenda y hay que decir que yo participo de algunas cosas que se mencionan. La conversación es entre dos “señoras” de las que ven telenovelas y leen revistas de chismes, así que espero entiendan que muchas cosas de las que se hace mención no las practico o no las veo de ese modo.

Estoy atascado con el texto del arte. De verdad llevo bastante tiempo pensado en  escribirlo, pero siento que ya le di muchas vueltas y ya me hartó la idea. Ya no la veo tan tentadora. Como cuando guardas algo para “un momento especial” y pasa el tiempo y cuando llega ya ni ganas de comerlo/usarlo tienes. Creo que el mejor momento es EN EL MOMENTO. Pero bueno, veré si finalmente me decido a escribirlo.

Y tercero, tengo unas enormes ansias de empezar otra historia larga, como la de “Hierba Mala Nunca Muere”, pero más larga, más compleja. Es más, me da no-sé-que decirlo, como si fuese de mala suerte, pero pretendo que sea un libro. Una novela larga que incluya tanto cosas inéditas como textos que ya publiqué. No daré muchos detalles, pero pretendo hacer una mezcla entre el estilo de J. Cortázar en Rayuela y el estilo de M.  Kundera en la Inmortalidad, o basándome en algunas coas que menciona. Así que será un Kortázar-Cundera. Tal vez agregue algo de G. Grass, que me gustó mucho su forma de narrar en el Tambor de Hojalata. Suena como receta de cocina:

Ingredientes:

- Una taza de Cortázar.
-Una taza de Kundera.
-Una cucharada de Grass.
-500g de Viento del Norte.
-Puede agregar una pizca de Hesse o Poniatowska si así lo desea.

Pero a todo esto, necesito una lista completa de todo lo que he publicado en mi blog, para saber que tengo y que me falta. Y en esta computadora no tengo el archivo completo, y me va a llevar un buen rato hacerlo. Ya llevo 182 cosas publicadas! (rin’arref’rraf) Es bastante, aunque más de la mitad sean cachos de cuentos y cosas raras. Eso más tres en Desencuentros, cuatro o cinco en Letras en Sepia y cuatro en Escritos Inservibles.

Bueno, espero que esto no sea una manera de salar mi proyecto. Total, todavía me quedan 8 meses acá en “Icy Nowhere”. Así que espero que si bien tal vez no termine, al menos sí comience a darle forma.

También estoy practicando escribir sin ver el teclado, escribir con perfecta ortografía y gramática; y además busco temas e inspiración. En fin, tengo este proyecto, el del arte y ahora me vino a la mente otro texto en el que buscaré lucirme aunque no sé si lo haré público. Es más, no sé si seguiré publicando cosas, o TODAS las que escriba, para poder mantener algunas en “inédito” y que sean sorpresa.

Es más, el proyecto no lo voy a publicar aquí, si no que buscaré imprimirlo y que sea un libro real. Suena como una idea. Excelente.

Así pues, quedan avisados. Tal vez deje de publicar tan seguido o incluso deje de publicar por completo para que algunos textos se mantengan secretos.

Sin nada más por el momento.

Tanuki “Hauraki”.

14/9/12

¡Viva México, y tal vez, algunos mexicanos!

Pues de este lado ya es 15 de septiembre, así que no podía faltar el post al respecto. Así pues…

¡Viva México! … ¡Sin el PRI!





¡Y sin el PAN, sin el PRD, sin el PVEM, sin el PANAL, sin el MC, sin MORENA, sin #YOSOY132, sin Televisa, sin TV Azteca, sin el Reforma, sin el Universal, sin la Jornada, sin noticieros, sin medios comprados, parciales y manipulados, sin telenovelas pendejas, sin periódicos amarillistas, sin revistas del corazón, sin programación asquerosa, sin comerciales cada 3 minutos, sin anuncios espectaculares tapizando las calles!

¡Sin indígenas pidiendo dinero en el metro, sin mujeres golpeadas, sin personas en los puentes, sin gente sin hogar, sin niños abandonados, sin muertas de Juárez, sin familias destruidas, sin descabezados en las carreteras, sin balas perdidas y muertos inocentes, sin toques de queda, sin pánico a la noche, sin secuestradores, sin asesinos, sin policías corruptos, sin jueces ineptos, sin vacíos legales, sin torturas en los interrogatorios, sin “presuntos culpables”, sin guerra en las fronteras, sin niños sicarios, sin armas importadas, sin “rápido y furioso”, sin narco-gobierno!

¡Sin Gordillo, sin Fox, sin Salinas, sin Calderón, sin Obrador, sin Peña Nieto, sin burocracia infinita e ineficiente, sin instituciones que no hacen su trabajo, sin SEP, sin PEMEX, sin diputados y senadores huevones, sin palancas, sin puertas de atrás, sin tratos por debajo del agua, sin “gober precioso”, sin democracia de chiste, sin IFE, sin TRIFE, sin gente que no hace su trabajo!

¡Sin mordidas, sin sobornos, sin jóvenes que se hacen pendejos con sus horas de PrepaSí, sin “mames al profe”, sin títulos comprados, sin “calificaciones pirata”, sin educación estandarizada, sin profesores sin vocación, sin jóvenes sin prepa, sin niños sin escuela, sin graduados sin trabajo, sin desempleados, sin deudas impagables, sin bancos-sanguijuelas, sin salario mínimo insuficiente, sin competencia desleal, sin piratería y sin cultura cara, sin inflación a lo pendejo, sin sueldos enormes a funcionarios, sin reservas nacionales que desaparecen, sin avión presidencial, sin “hummers”, sin casas sin luz ni agua potable, sin ciudades perdidas, sin techos de lámina y sin pisos de mármol, sin ricos muy ricos ni pobres muy pobres, sin diferencias estratosféricas entre estratos sociales, sin gente que muere de hambre, sin gente que muere por comer de más!

¡Sin analfabetas, sin gente inculta, sin borregos, sin “asesinos de delfines”, sin “cultos de sofá”, sin libros de precios impagables, sin gente que tira basura en la banqueta, sin baches en las calles, sin inundaciones por un drenaje en mal estado, sin falta de agua, sin incultura ecológica, sin asesinos de perros!

Y sobre todo, ¡Sin “pinches gentes”, sin mí, sin ti, y sin todos! A menos que estés, que esté, que estemos haciendo algo para cambiar, no a México, si no a los mexicanos. Para cambiarte a ti, para cambiarme a mí, para cambiarnos a todos. Para quitarnos el sombrero, bajarnos del burro y dejar de estar sentados al lado del nopal.

“Techo, tierra, trabajo, paz, salud, educación, independencia, democracia, libertad…”
Manifiesto Zapatista.

Por un gobierno apartidista, equitativo y objetivo.
Por una actitud autónoma y autarquista.
Viento del Norte.

5/9/12

Comunicado especial.

Quiero ser escritor el resto de mi vida.
(Cosa que seré invariablemente.)

Corrijo:

Quiero vivir de escritor el resto de mi vida.
He dicho.

(O de artista…)

(“El arte de hacer arte” Próximamente en el blog.)
(Título sujeto a cambios… ya que de por sí ni me gusta ese título.)

(No aplica con otras promociones)

3/9/12

Un pinchazo nada más.

Cuando uno está enfermo y le dan la opción de: tomar durante dos semanas pastillas o jarabes o tres días de inyecciones, la mayoría opta por las pastillas. Es natural, no nos gusta el dolor. Por eso preferimos estar dos semanas tomando remedios, pastillas y jarabes de sabores si no horribles, al menos poco agradables. Y no sólo eso, los jarabes y pastillas a veces causan problemas en el estómago, riñones o hígado, que se resuelven con más medicamentos. Pero si fuésemos menos temerosos y nos consiguiésemos una buena almohada para morder mientras nos inyectan, de forma más rápida, eficiente y sin efectos secundarios además del dolor que pasa en unos días, estaríamos curados. Pastillas y jarabes sólo son remedios a medias, mientras que las inyecciones son más directas.

Además, supongo que los médicos siempre dirán que es mejor la inyección por su efectividad, aunque siempre darán la otra opción menos dolorosa pero más engorrosa. Pero imaginen que a los médicos también les doliera poner inyecciones. Que siempre optaran por la salida fácil a costa de los estómagos y lenguas de sus pacientes que a la larga se terminarán por dañar. Todo sea por no causarle dolor al paciente y que éste sufra y reclame. Y sí, es doloroso recibir una inyección, pero si desde pequeños nos acostumbráramos a recibirlas, después de un tiempo, no tendríamos problema alguno. Así como los drogadictos, los que se tatúan o los diabéticos. A la larga uno se acostumbra al dolor puntual y agudo de la aguja.

Pues así es con la verdad. No nos gusta la verdad a inyecciones. No nos gusta que la gente sea directa, siempre preferimos que nos lo dosifiquen, nos lo maticen, diluyan y otros verbos que hacen más soportable la verdad. Y no sólo somos nosotros los que no nos gusta recibir las inyecciones, sino que también a nuestros médicos, dígase los que nos la tienen que decir, no les gusta inyectar. Prefieren las pastillas, los jarabes, los tés y remedios baratos a costa de nuestra salud futura; mientras que si se atreviesen clavarnos la aguja, en tres días el dolor pasaría y todo seguiría como si nada.

No le puedes reclamar a un médico que te haya dolido la inyección, así como no puedes culpar a una persona por decirte la verdad cruda. Simplemente están haciendo lo mejor para ti y para ellos. Y desde pequeños deberíamos a acostumbrarnos a decir las cosas como van, directas y sin escalas, crudas, directas y puntuales.

Pero, sinceramente a nadie nos gusta eso de la verdad directa, aún cuando si así nos hablásemos entre nosotros siempre, todo sería más fácil. También, debería ser un motivo más para ser amigo o pareja de alguien, que nos dijesen la verdad a secas. Porque esa, considero yo, es la máxima muestra de respeto e incluso cariño que alguien puede mostrar por otro, ya que, aunque duela, el remedio es más efectivo y causará menos problemas a la larga.

Por tanto, al menos yo, procuraré decirles a todos ustedes, lectores y lectoras, la verdad lo más dura posible. Sé que a muchos no les gustará, y es normal, pero véanlo como un favor y una muestra de cariño de mi parte. Y a ustedes también los exhorto a que me la dejen ir derecha, y que no teman que les reclame porque me ha dolido, ya que sé que es por mi bien. Espero que después de clavarnos todas las agujas posibles, terminemos curtidos y fuertes; y que esto en vez de alejarnos o dejarnos con rencores, nos acerque más a la perfecta relación entre personas.

30/8/12

...qué esperas para volar!!

Que fácil uno olvida todos sus ideales, sus bases, sus objetivos y todo eso que es completamente necesario para disfrutar de nuestra vida. Que fácil uno olvida esas cosas cuando está inmerso en nuestra sociedad histérica, porque la histeria se da tanto aquí como en cualquier otro punto del planeta que esté habitado por personas.

Después de pensar en aquel pajarillo que no sabe hacia dónde volar ya que sólo conoce su jaula, recordé algo sumamente importante y que debería tatuarme en algún lado. El punto es VIVIR no SOBREVIVIR. Hasta la palabra misma lo dice SOBREvivir. Y, cómo sabemos, todo en exceso es malo, incluso, la vida; porque estamos aquí para vivirla al máximo, para disfrutar cada instante, no para ver como carajos vivir más.

Y, sí, disfrutando al máximo posiblemente no vivamos 80 años, ni podamos comprarnos unos lujosos grilletes de oro para presumirlos con toda la libertad que tenemos… sí, posiblemente no podamos ser millonarios, ni cenar caviar, ni viajar a París, pero estoy seguro que el día que nos muramos podremos decir con una sonrisa “Bueno, tal vez nunca conocí Europa, pero al menos disfruté todo lo que sí pude hacer.”

Por tanto mis pajarillos de plumaje iridiscente, vuelen lejos… no piensen en que fuera de la jaula no habrá comida gratis, que hará frío porque nadie les pondrá una sábana en la noche, que se enfrentarán a gatos, perros, possums* y demás creaturas… porque el punto es volar, volar lejos de la jaula y disfrutar el viaje. Además, hay que caernos, hay que salir raspados y heridos, hay que equivocarnos de camino, porque sólo así aprenderemos a aletear con todas nuestras fuerzas para llegar al Sol, ya que entre más alto lleguemos, más brillarán nuestras plumas.

Así pues, a disfrutar el vuelo, olvidar la jaula y enfrentar lo que venga, que così è la vita che abbiamo scelto di vivre, i miei fratelli!!!

*¿Pero qué cuernos es un Possum? Clic aquí.

29/8/12

Pajarillo, tu jaula está abierta...

Oh pajarillo… a dónde pretendes volar… la jaula está abierta, puedes ir a donde quieras…

Oh pajarillo… tu plumaje iridiscente brillará más bajo el sol que bajo las lámparas…

A dónde pretendes volar pequeño pajarillo… la jaula está abierta… Pero… a dónde irás, pequeño pajarillo… a dónde si nunca has volado…

Vuela, vuela pajarillo… allá dónde no haya jaulas… vuela lejos pajarillo… Tu plumaje iridiscente brillará más bajo las estrellas…

Pero a dónde, pajarillo, a dónde irás si nunca has volado… A dónde irás si sólo conoces tu jaula…

La jaula está abierta pajarillo… vuela lejos o cierra la puerta… 

23/8/12

(...)

Si quieres encontrar cómo resguardarte del frío, primero tienes que tener frío.

“Sólo atento y buscando, se encuentra lo buscado”
North Wind

13/8/12

Avena y té.

Odio comer avena…

En verdad odio comer ese engrudo espeso y pegajoso que se digna a llamarse “desayuno”. Por más rápido y económico que sea, odio comer avena.

Le puse azúcar, le puse leche, le puse incluso chocolate. Alguien me dijo que le pusiera queso, que al menos así sabía a algo. Odio comer avena.

Y es nutritiva, es bastante barata, es rendidora, es llenadora, incluso podría decirse que es saludable. Pero odio comer avena.

Insípida como ella sola. Líquida si está demasiado caliente. Cemento si se enfría. Odio comer avena.

Gastar leche para que se licue. Gastar azúcar para endulzarla. Gastar tiempo en cocinarla. Odio comer avena.

Pero es gratis. No me he visto en la necesidad de comprar avena. No me da hambre hasta después de un rato. E incluso pienso al despertar “hoy desayunaré avena”. Nunca he desayunado avena, hasta ahora. Y odio comer avena.
Amo tomar té…

En verdad amo tomar ese líquido humeante y relajante que algunos simplemente desprecian. Por más “nena” que sea, amo tomar té.

Negro, verde, frío, tibio o caliente. Incluso combinando sabores, como verde con menta. Amo tomar té.

Y tiene muchos beneficios, hay una enorme variedad, te despabila, es sabroso, incluso podría decirse que es fresa. Pero amo tomar té.

Amargo como él solo. Te calienta en días fríos. Te refresca en los calurosos. Amo tomar té.

Esperar a que el agua hierva. Esperar a que se haga la infusión. Esperar a que esté a una temperatura decente. Amo tomar té.

Y es gratis. No me he visto en la necesidad de comprar té. No me da sueño hasta después de un rato. E incluso pienso al despertar “hoy tomaré té”. Nunca he tomado mucho té, hasta ahora. Y amo tomar té.

Odio comer avena.
Amo tomar té.
Pero, mañana desayunaré avena.
Y tomaré una taza de té.
Porque es el mejor desayuno.
Avena y té.
Los polos opuestos en la misma mesa.
Un balance perfecto.
Necesidad y placer.
Del pueblo y de la realeza.
Porque es mejor que nada y porque es mejor que todo.

Y, no es que no pueda desayunar otra cosa…
No es que sólo beba eso…
Simplemente lo hago porque quiero…

Porque…
No odio tanto la avena…
No amo tanto el té…
Sólo lo hago porque quiero…

Porque nunca he comido tanta avena…
Porque nunca he tomado tanto té…
Porque no quiero desayunar cereal, o huevos, o pan con mantequilla, o un sándwich, o…

Quiero desayunar avena… quiero tomar té…

No es lo económico…
No es la calidad…
No es el sabor…

Sólo es el deseo de romper con mi tan acostumbrada realidad.

12/8/12

Como caído del cielo (o salido del infierno)

Hay veces que uno se topa con algo olvidado por algún despistado que, increíblemente, necesitabas y que pareciera haber sido puesto ahí para ti, pero ¿Cómo saber si algo es una señal del cielo o es el diablo tentándote?

Cuando Jesucristo, según la Biblia, se fue al desierto 40 días, el ex-ángel Luzbel, lo tentó con comida, con poder, con juegos de azar y mujerzuelas y demás cosas que el diablo puede ofrecer. Y Jesucristo sabía que estaba siendo tentado porque, según esto, Satanás en “persona” lo estaba intentando convencer de comer piedras. Pero qué hubiese pasado si en vez de haberlo hecho tan directo y obvio, lo hubiese tentado de manera más sutil, dígase por ejemplo, poniendo una hogaza de pan en su camino.

Sin tomar en cuenta la supuesta omnipotencia, omnisciencia y otras omni-cosas y súper poderes que, dice la leyenda, Jesucristo poseía, ¿Cómo podría saber si esa hogaza de pan es un regalo del cielo o es el diablo tentándolo? Sí, que iba a ayunar 40 días y por ello sería obvio que una hogaza de pan en medio de la nada sería una tentación del diablo a romper con su ayuno… bueno, pero digamos que es el día 40, la hogaza de pan podría ser perfectamente un premio por haber desbloqueado el logro de “sobrevivir 40 días sin comer” o podría ser una tentación para que todo se fuera al cuerno… Pero como Jesucristo tenía súper poderes, es obvio que el sabría qué hacer en esos casos.

Ahora bien tú, lector o lectora, tal vez seas de las personas honradas y honestas de las que se están extinguiendo y te planteo el siguiente escenario: No estás ayunando en el desierto, pero sí tienes una sed inconcebible porque estás en una playa calurosa. Caminas hacia una tienda que está a cinco minutos bajo el Sol ardiente. En eso, te encuentras, irónicamente y casi como burla, una botella de agua bien fría, de esas que hasta escurren, bajo una palapa.

Tú sabes perfectamente, o al menos deberías, que las botellas con agua fría no nacen en la arena de la playa, y que seguramente es de algún descuidado turista o vendedor. Pero está ahí, sola, te mira con sus gotas de humedad condensada, te pide que la bebas y tú humanidad secunda la moción…

Ahora bien, ¿La tomarías sabiendo que cerca de ahí hay una tienda donde puedes comprar una específicamente para ti? Porque, ¿Cómo saber si esa botella de agua es un regalo del cielo o es el diablo tentándote a que robes? ¿Cómo saber si es tu día de suerte y te acabas de ahorrar el dinero correspondiente o estás a punto de ser puesto en la lista de niños malos de Santa? ¿Cómo saber si estabas destinado a encontrar esa botella específica en ese lugar específico y todo el universo conspiró para que tu pudieses calmar tu sed de forma gratuita o si esa botella era la única fuente de hidratación de un pobre viejito que se fue “un momento” para usar el sanitario?  Y, entre mejor persona te consideres, más dura es la decisión, porque bien podría ser un premio al mejor de la clase o un intento por manchar tu pulcrísimo expediente de vida.

Y sobran ejemplos, como encontrar un fajo de billetes en la calle, unos zapatos olvidados en un casillero que increíblemente te quedan y hasta se te ven bien, una pizza entera sobre una mesa vacía mientras tú te mueres de hambre, etc. Bien podrías decidir a esperar a ver si es que alguien regresa a reclamar el agua, dinero, zapatos o pizza, cosa que podría suceder y por lo cual tú, cómo buena persona, ganarías otra estrellita. O bien, podrían pasar horas sin que nadie regrese y cuando finalmente te hayas decidido a beber, recoger, ponerte o comer, llegue otro y sin pensarlo dos veces, lo haga por ti. O calmar tu sed, embolsarte, estrenar o saciarte con el peligro de que dos minutos después venga alguien y te insulte y nombre, cómo es correcto, ladrón.

Así pues, la pregunta se queda en el aire. ¿Cómo diferenciar una excelente oportunidad, un regalo de Dios o un golpe de suerte; de un mal paso, un intento de Satanás por tentarte o un peligro?

En fin. Al menos lo publiqué en el periódico.

4/8/12

Almohadas imaginarias II

Y… en este lugar donde todas las “camas y almohadas” se reúnen y se mezclan, no faltan los almohadazos como los siguientes… ya ustedes decidirán quién gano y quién perdió.

México vs Taiwán
“Do you really use those big hats?”
“It’s really fun but no one in Mexico wear that kind of hat since… I don’t know… 1925?”
“Really?”
“Crazy, right? When someone says “Mexico” everyone thinks in this guy with big hat, donkey and next to a cactus, but almost no one has a donkey and Mexico it’s not only a big desert”

México vs Alemania
“The Waken festival it’s that famous?”
“No, it isn’t. But I like that kind of music, so I want to go to Germany”
“Yes, you must go someday. Have you ever heard about “October-fest”?
“Yes of course… that’s what everyone thinks about Germany: sausages and beer.

México vs Alemania 2
“Actually… no one likes to much the American and Germany people. Do you like Americans?”
“I’m American! Well… for the continent. They should change their name. America it’s a continent. And, no, I don’t like to much the Americans.”
“And, what about Germans?”
“Well, you know, some says “Germany” and everyone thinks “Nazis”… but, no, I mean… yes I like Germans, you're pretty cool persons"

México vs EUA
 “Yes, Mexico City it’s the second biggest city in the entire world!!”
“But… in a city so big, how do you can go somewhere?”
“Well… you know… we have cars, buses and subway”
“Whoa… just like in New York!”

México vs Brasil
“Well, Portuguese it’s pretty easy, and especially for someone that speaks Spanish… And, why it’s your English so good?”
“Well… in our schools we learn to speak it.”
“Like in Brazil, but your English is better. Maybe is because you are near to USA.”
“Yeah… sure it’s that…”

31/7/12

Un extraño extrañar.

Es extraño, pero te extraño.

Viene gente aquí donde estoy escribiendo y me ofrece ofertas y descuentos.  Yo les digo que sí, que iré, que esa noche saldré a vagar como gato, que en la tarde iré a comer su comida, pero no lo hago. Porque ¿Con quién voy? Con alguien, claro está. Porque ir solo no es mi estilo, porque siempre viajo con alguien. Y veo, veo a la gente. Siempre viaja con alguien, cómo yo.

Nadie aquí viaja solo. Sólo yo viajo solo.

Y todos hablan inglés. Yo hablo inglés, pero no es mi idioma. Es un idioma falso para mí. Yo hablo español. Y para mí todos los que hablan inglés son tan falsos como yo hablando inglés. Incluso los que hablan verdadero inglés. Como los ingleses que duermen en mi mismo cuarto, como la australiana que ayer se fue.

Y también están los que hablan español. Verdadero español. Español de otros lados, pero español al fin. Con ellos sí puedo hablar mi verdadero español. Pero se van. Todos van y vienen. Nadie es de aquí y nadie aquí se queda.

Aquí, donde ahora escribo, todos son de todos lados y todos hablan inglés y por eso el inglés es falso. Falso porque el inglés no es su lengua. Incluso los ingleses y los australianos, que adaptan su acento para darse a entender. Hablan forzado. Intentan hablar el inglés de este lugar. Cómo hacerme amigo de alguien falso, falso como mi inglés. Eventualmente mi falso inglés será mi verdad y seré amigo de una verdadera falsa persona. Seguro. Pero aún no.

Y estoy aquí, escribiendo en español, con el estilo del libro que leo, que está en falso español porque el autor es alemán y seguramente lo escribió en su verdadero estilo alemán, un estilo que alguien pasó a falso español. Así que escribo en verdadero español con un estilo falso. Y pienso en que te extraño y que es extraño extrañarte.

Es extraño porque no te extraño a ti, si no a lo que simbolizas. No extraño el nombre ni la persona sino la esencia y el significado. Si estuvieses aquí, tal vez no mentiría en inglés falso a los que vienen a ofrecerme cosas y seríamos un par de gatos vagabundos aliados de la noche y el frío. Seríamos unos expertos en comida internacional, porque nada de aquí es de aquí. Todo es falso inglés.

Y es extraño extrañar algo que no es, sino algo que significa, porque los significados no son. Los significados son lo que hacen a las cosas ser, porque si no significaran nada, las cosas no serían. Y aquí, intentando apartar de mi mente ese falso inglés con el que hablo con todos, escribo en verdadero español lo extraño que es extrañarte sin extrañarte, porque no te extraño a ti, extraño un significado que no es.

26/7/12

Somewhere in middle of nowhere.

Aún cuando el título esté en inglés, seguiré escribiendo en español. Al menos hasta que pueda hacerlo bien en inglés.

Te asomas a la ventana y no ves más que nubes. Pones atención y no oyes más que el ruido blanco de los motores. Aprovechas lo moderno del avión en que estás viajando y pones en pantalla el mapa de vuelo para poderte ubicar.

Estás en medio de la nada. No hay lugar al que puedas nombrar. Sólo hay cielo bajo de ti y agua sobre de ti. Y allá en el horizonte, el disco solar que muere.

Pasa el tiempo. Ahora es de noche. Una noche oscura sin estrellas ni luna. Cenas algo.

Te asomas a la ventana y no ves más que una total oscuridad. Pones atención y no oyes más que el ruido blanco de los motores. Aprovechas lo moderno del avión en que estás viajando y pones en pantalla el mapa de vuelo para poderte ubicar.

Estás en medio de la nada. No hay lugar al que puedas nombrar. Sólo existe la oscuridad bajo de ti, y oscuridad sobre de ti. Y allá en el horizonte, un amanecer que te persigue, del cual huyes desesperadamente.

Pasa el tiempo. Tienes sueño. No sabes qué hora es, cada reloj dice algo diferente. El del celular, el del avión y el biológico. Intentas dormir un rato.

Cierras los ojos y no ves más que el tenue resplandor de las pantallas de los otros y luces de lectura. Pones atención y no oyes más que el ruido blanco de los motores. Aprovechas lo que te dieron junto con tu asiento y te pones tapones para los oídos.

Estás incómodo. No hay manera de que concilies el sueño más de dos horas consecutivas. Viajas en un estado de semi-conciencia hasta que finalmente te apagas. Y allá en el horizonte, un nuevo mundo por llegar.

Pasa el tiempo. Despiertas y desayunas. Estás por llegar, lo sabes y el mapa lo confirma, pero impera la oscuridad.

Abres los ojos, te asomas a la ventana y no ves más que una pequeña estrella. Pones atención y no oye más que el ruido blanco de los motores. Aprovechas lo moderno del avión en que estás viajando y pones en pantalla el mapa de vuelo para poderte ubicar.

Estás a unos minutos de tu destino. Te rodean pequeños países insulares. Solo hay fronteras y nombres de ciudades bajo de ti y una estrella solitaria sobre de ti. Y allá en el horizonte, las titilantes luces de una ciudad distante.

Has llegado. Que el viaje comience.



Escrito parte en el aire, parte en la tierra; parte en ningún lugar y parte en algún lugar.

25/7/12

Mátame pero no me mates

Como  algunos sabrán, he salido de mi país para embarcarme en una gran aventura en lo desconocido, sólo y sin mucha más ayuda que la que se me pueda proporcionar por este tipo de medios. Y, mientras contaba los minutos para que fuera hora de iniciar con los preparativos finales, dígase ropa, última revisión de cosas, fotos y despedidas, me dio miedo. No nervios, no ansiedad, no emoción. Miedo, puro y simple. Crudo y cortante como solo el verdadero miedo puede ser. Casi terror, casi pánico. Un miedo envolvente y tangible; denso e incontrolable. Una reacción que raya en los instintos más primarios de huir o luchar. Sí, miedo.

Pero, ¿Miedo a qué precisamente? ¿Qué es lo que me aterrorizó tanto de momento que me hizo quebrarme hasta el llanto? ¿A qué le tuve miedo? Porque, aun cuando voy en solitario a un país lejano, se comunicarme, tengo contactos, tengo dinero y como bien se sabe, el dinero mueve montañas. ¿Entonces? ¿Qué asustó a mi “ello” que terminó sacando de sus cabales a mi “yo”?

Lo mismo que a todos. La muerte.

La muerte es la razón de todo miedo. Es el motivo básico y único de todo lo que nos atemoriza en mayor o menor medida. Y no solo a morir, sino también a no morir. Veámoslo así, aquel que le tiene miedo a volar no le tiene miedo al hecho de volar en sí mismo, sino que le tiene miedo a que el avión se desplome. El que le tiene miedo a las alturas, no es a la altura por sí sola, el miedo es a la caída y la potencial muerte. Incluso, los miedos más simples, a los insectos, a los ratones, a casi cualquier cosa, es desencadenado por un incontrolable e irracional miedo a que eso nos mate. O peor aún, que no nos mate. Aquí entra el miedo al dolor, al sufrimiento, a la tortura.

La agonía y el sufrimiento son la perfecta representación de la no muerte. Así pues, tenemos miedo a morir o a no poder hacerlo. Bastante extraño, ¿Cierto? Nos da miedo la muerte tanto como si viene y cumple su deber, cómo si se niega a presentarse y hacer su trabajo.

Así que volviendo a la pregunta inicial, ¿A qué le temí? ¿A la muerte o a la no muerte? Estoy casi seguro que la respuesta es a la no muerte, porque sinceramente veo difícil el morir allá, a menos claro que se caiga el avión, se acabe el mundo este diciembre o cualquier otro evento fortuito y fuera de lo normal.

Y aquel que diga que no le tiene miedo a la muerte, miente. Cualquier miedo, por más pequeño que sea, al final se basa en la muerte. Y es completamente natural. Todo animal huye de la muerte y se aferra a la vida con todo lo que su ser le permite, y aunque no sea un miedo “racional” como el nuestro, es un instinto básico que incluso nosotros tenemos bien programado en nuestro ADN.

Sí, es normal y necesario temer a la muerte. Si no, ya nos habríamos extinto hace tiempo. Así que lo admito con orgullo. Tuve (y posible tenga próximamente) miedo a morir o a no hacerlo. Y gracias a ello, la especie humana seguirá existiendo, al menos, uno que otro siglo más.

9/7/12

Ser implícito

Mientras lees esto, y si es que alguna vez he hablado frente a frente contigo, posiblemente te lo imaginas con mi voz. O me imaginas a mí escribiendo esto frente a una computadora. Pero, los que simplemente no saben quién soy, ¿Qué se imaginan? Obviamente pensarán en un ser humano utilizando sus manos para teclear frente a una computadora, pero fuera de eso, no saben como es la cara de ese ser humano, dígase yo. Es más, se imaginan a un ser humano porque es lo más lógico. ¿O a caso sí se imaginan a un mapache haciendo uso de una computadora? Probablemente no.

Pero sin importar si piensas en un ser humano, un mapache, un pez o un zombie, sigues pensando en que alguien debió escribir esto. Que de la mente de algo o alguien esto surgió como una idea y luego la desarrolló para crear un texto. Es imposible que haya surgido de la nada. Entonces, ese ser que está detrás de este texto es un ser implícito. Es implícito porque aunque no lo ves o conoces sabes que hay algo o alguien detrás de estas letras. Así pasa con todo lo que leemos, vemos en la televisión o en el cine; escuchamos por el radio, cuando vemos un cuadro o una escultura y en otras tantas situaciones donde sabemos que hay alguien detrás que mueve o movió los hilos de lo que estamos experimentando. A ese ser no lo conocemos, pero a través de su obra intentamos acercarnos a ese ente real y necesario para la existencia de la obra en cuestión.

Ahora en la era del chat, el e-mail y del blog, este fenómeno del ser implícito a aumentado considerablemente de proporciones, ya que al final siempre debe haber algo detrás de la pantalla que nos está contestando y, de preferencia, debe ser la persona con la que creemos haber entablado comunicación. Y cosa curiosa, antes se hablaba uno frente a frente (ser explícito), luego por teléfono y cartas, luego llega el e-mail, luego el chat (todas las anteriores con un ser en mayor o menor medida implícito) y hemos culminado con las video-llamadas (ser explícito, de nuevo).

Estamos regresando a la explicitud ya que nuestro instinto y requerimiento de contacto, aunque sea visual, está superando a nuestra costumbre de la implicitud. Esto aunado a nuestra curiosidad innata, o jamás se han preguntado ¿Realmente estaré comunicándome con quien creo que es?. Es más, los que me conocen como ser explícito, ¿Seré “yo” el que siempre escribe estas cosas o seremos varias personas diferentes?

Aunque hay que admitir que esta condición de “ser sin ser” trae la ventaja del anonimato con las personas con las que nunca he tenido contacto; y del anonimato relativo con las personas con las que si he convivido, ya que aunque no puedan estar seguras de que yo soy “yo” en realidad, eso esperan. Por lo tanto, cuando escribo una carta o un mensaje tengo la ventaja de que existe una posibilidad de que el que escribe no haya sido “yo”. Además, no puedes hacerle daño a un ser implícito, por lo que es fácil escribir TODOS USTEDES SON IDIOTAS sin temor a que algún ofendido tome represalias en mi contra.

Pero, ¿Realmente te gustaría saber quién esta detrás de estos textos? O consideras mejor seguir imaginando a un ser humano mientras escribe, vestido decentemente en vez de en pijama como lo estoy ahora.

Aclaro que eso es mentira, los mapaches no usamos pijama.

26/6/12

Ícaro II.

Vivo esa vida irreal, esa vida perfecta donde pasa todo lo que quieres. Esa vida que surge entre la conciencia y el sueño profundo mientras tu mejilla está apoyada en la almohada.

¿Quién no quiere vivir esta vida? Una existencia idealizada en la que todo es simplemente perfecto, aún si hay dolor o sufrimiento, es un dolor y un sufrimiento perfecto. Todo está pulido y brillante; sin importar que tan aterrador o insoportable sea en la realidad, los bordes redondos del miedo y la desesperación no cortan en la imaginación

Beso a quien no puedes besar, toco a quien no puedes tocar, hago lo que no puedes hacer, mato a quien no puedes matar. Soy quien no puedes o no quieres ser.

La nebulosa existencia de estos instantes desaparece con el sueño o con la realidad. Se borran para aparecer otra vez en la noche o en los momentos aburridos. Y también regresan cuando ves a quien me ama pero no lo sabe o a quién ya he herido sin que se inmute; sólo para recordarte que la realidad es como los miles de acontecimientos que han sucedido desde que abriste los ojos en tu nacimiento; han destinado a que sea. Y que tú, pequeña pieza del rompecabezas de la vida, no tienes tanto poder como desearías.

A menos que escapes de tu vida de sombras y te des cuenta de que yo no existo.

Ícaro.

23/6/12

(...)

Estás encadenado a tu celular, a tu auto, a tus joyas… y aún así eres libre. Libre de pasear por la vida exhibiendo tus grilletes de oro.

"Sin importar el valor, lo material jamás llenará el lugar en nuestra alma destinado a lo espiritual."
North Wind.

18/6/12

El cambio verdadero está en nuestras manos.

No, no soy proselitista, si no que me parece muy acertada esa frase, pero la gente al parecer la malinterpreta. El cambio efectivamente está en NUESTRAS manos, no en las de otra persona. Y cuando se refiere a nuestras manos no habla de un crayón negro, habla de algo más profundo y mucho más efectivo y real que hacer una cruz en una hoja de papel.

El cambio no es si no el fruto del trabajo arduo y constante. Es algo que se tarda en suceder, y de lo que a veces no nos damos cuenta, pero después de un tiempo es imposible negarlo. El cambio es una pequeña semilla de manzana que uno tiene y que si decide plantarla, tendrá que trabajar la tierra, colocarla en la tierra, regarla diariamente, tratarla con cuidado y siempre estar al pendiente, porque si la dejamos por un instante, esta simplemente morirá.

Este árbol de manzana no crecerá de la noche a la mañana, si no poco a poco, tan lento que no notaremos que crece hasta que sea demasiado obvio que ya no es una semilla, o un brote en la tierra. Pero eso no es todo, una vez que crezca el árbol, aún faltará para que este empiece a dar frutos. Pasarán años antes de que eso suceda, tantos que es posible que nosotros nunca comamos una manzana, sin embargo, posiblemente nuestros nietos y bisnietos sí disfruten de ellas.

El cambio no lo sembramos para nosotros, lo sembramos para los que vienen. JAMÁS o rara vez comeremos del árbol que plantamos. Pero nuestros descendientes tendrán alimento durante mucho tiempo, y mientras comen, plantarán sus propios árboles. Pero el manzano no crecerá hasta que se plante la semilla. Cada quién tiene desde que nace la suya propia y es su RESPONSABILIDAD plantarla y cuidar de ella. Nosotros comemos de los árboles de nuestros antepasados y tenemos la OBLIGACIÓN de sembrar nuevas fuentes de alimento.

El cambio efectivamente está en nuestras manos, pero no consiste en cambiar al dueño del terreno, si no de trabajar NOSOTROS la tierra, con NUESTRAS semillas y con NUESTRO esfuerzo. No importa de quién sea el campo si nosotros no plantamos o no cuidamos lo que hay en él. Y tampoco importa si el anterior dueño o el que quiere serlo es un idiota. Las semillas son INMUNES a la INEPTITUD Y ESTUPIDEZ.

El cambio lo hacemos nosotros, sin importar quién se diga el capataz, porque la tierra es de quien la trabaja y somos nosotros los que debemos hacerlo, nosotros somos los dueños de nuestro destino, de nuestra felicidad y de la de los que nos seguirán. NOSOTROS somos los que debemos cambiar. NOSOTROS debemos plantar las semillas del cambio.

Así que deja ya de preocuparte sobre quién tiene las escrituras y mejor preocúpate por tu semilla y por los que vendrán después de ti, que serán los que coman los frutos de tu esfuerzo. NO IMPORTA quién mande, si nosotros no hacemos nada, nuestros nietos tendrán hambre mañana.

4/6/12

No más dedos en mi mano

Advertencia: Después de leer esto tal vez me odies por romperte el corazón. Así que prepárate, y si te hace dudar, en peligro podrías estar.

Platicando con una amiga surgió el tema de la crueldad que tengo al romper los corazones de aquellos que me consideran como un amigo, de cómo sin ningún reparo o atisbo de duda elimino a la gente en “Facebook”  y como simplemente no me importa más de la mitad de las personas que me rodean. Sinceramente, sí, así soy. De todas las personas que me presentan como un amigo, yo considero realmente como personas queridas o importantes a un muy bajo porcentaje.

Antes, mi objetivo era tener tantos amigos como pudiese, rodearme de gente y siempre tener a alguien con quien chatear en las noches. Competía secretamente con mis contactos para tener más gente agregada o para tener más números de celular registrados. Pero ahora, al contrario. Ver que tengo más de cien contactos en “Facebook” me asquea.

Para mí es simplemente insoportable la idea de tener cierto tipo de responsabilidades con tantas personas, como felicitarlas en sus cumpleaños y reírme de sus chistes. Y lo peor es pensar que en su corazón tengo un lugar con mi nombre cuando para mí solo son otras personas que conozco.

Solamente tengo dos etiquetas: conocidos y amigos. Todos los que son más cercanos que conocidos pero menos que amigos me incomodan. Y esto es porque por ciertas cosas que he cambiado en mi manera de ver la vida, ahora me es sumamente difícil sentir un verdadero amor o aprecio hacia las personas. Lo triste es que la mayoría son excelentes compañeros, morales, honestos, graciosos, alegres e interesantes; pero les falta algo que los haga considerarlos dignos de mi pared.

Les falta la capacidad de entender un “Mira, hoy me vienes valiendo madres y no pienso dirigirte la palabra” sin sentirse. Un “Me gusta la pizza de queso, deberían venderla en más lugares” sin pensar mal. Un “Estoy triste porque quiero” sin preguntarme porque estoy triste en realidad. Un “Son cosas de mapaches” sin seguir intentando averiguar que pienso.

También les falta la capacidad de no enojarse si me voy sin despedirme, si no les contesto las llamadas o cínicamente les digo que no quiero hacerlo. De en lugar de intentar convencerme de algo, simplemente decir “Tu te lo pierdes”. De admirarme y dejarse admirar, pero aún así decir “Nel, eso no me gustó” en vez de hipócritamente halagarme.

Entre más intenta alguien hacer cosas que me agraden, más me desagradan. Entre más aparentan, más actúan y más falsos son con otros, menos puedo confiar en que sean sinceros conmigo. Me gustan las personas a las que les vale lo que les critique y que entienden que a mi no me importa lo que me critiquen. Que no intenten hacerme feliz, que me quieran con todo y mis extrañas facetas.

Me gustan las personas que no ocultan que su vida es imperfecta, que tienen errores y gustos extraños, que defienden su punto de vista, que bailan en la lluvia y beben cerveza barata, que se saben dar su lugar, que no se avergüenzan de ser quien son, que presumen, que no son corteses, que pueden mantener una platica incoherente con coherencia, que no respetan las reglas sociales, que no piden mucho, que disfrutan lo pequeño y simple.

Me gustan las personas que piensan en unicornios y si son o no, que saben reírse de ellos y de mí, que hacen lo que dicen o al menos lo intentan, que son responsables y a veces no, que critican a sus padres, a sus familias, a sus hermanos y a todos, que les gusta lo underground, lo raro, lo prohibido y no les da pena decirlo, que saben escuchar y decir “Sí también ese es un buen punto”. En fin, que SEAN y que no PRETENDAN ser.

Sí, soy sumamente exigente respecto a la gente que me rodea y no dejo que se me acerquen. Si alguien me interesa, yo me acerco. Soy un mapache al fin y al cabo, si intentas tocarme te morderé y saldré corriendo, pero si solo te quedas quieto, siendo tu mismo, sin hacer nada para llamarme, tal vez te encuentre interesante y me acerque poco a poco.

Lo único que me duele es saber que para  casi 100 personas soy alguien importante o al menos una buena persona, mientras que yo solo pedí doce coloridas manos.

En fin, hasta que pueda vivir rodeado únicamente de las personas que desee y no de todas las que por una u otra razón caminan en mi misma dirección, seguiré aplicando la cortesía cortante. Te quiero, pero no tanto como para quererte.

Y sin embargo es placentero el sentirme importante.

30/5/12

Almohadas imaginarias


Todo este rollo de mi plan de viajar por el mundo me ha hecho preguntarme. ¿Qué es un país? Buscando en el diccionario de la RAE, país se define como nación. Y nación como:

1.  f. Conjunto de los habitantes de un país regido por el mismo gobierno.
2. f. Territorio de ese país.
3. f. Conjunto de personas de un mismo origen y que generalmente hablan un mismo idioma y tienen una tradición común.

Y preguntando a distintos amigos:

“Territorio delimitado por fronteras, naturales y políticas, donde existe una población unida por cuestiones culturales, sociales, políticas y económicas.”

“Porción de territorio gobernada por las mismas personas [sea o no democracia] que comparten costumbres y tradiciones entre otros.”

“Región geográfica limitada cuyas fronteras están trazadas imaginariamente en base a ciertos tratados con los países colindantes o con el mar en el caso de que sea una isla, tiene una forma particular de gobierno específica de esa región y sus propias leyes a no ser que carezca de una soberanía teórica, su población vive en simbiosis social con las poblaciones de los países colindantes.”

“Espacio físico que una nación toma como suyo completamente para regir sobre él y controlar los aspectos en el sin la intervención de una nación tercera.”

Pero analicemos las definiciones. Casi todos concuerdan en el conjunto de habitantes con un gobierno igual y unidos entre sí por motivos culturales. Todos metidos en una porción de tierra.

Veamos, se habla de un conjunto de habitantes regidos por el mismo gobierno. Tomando eso en cuenta, podemos decir que cada estado de la República es un país, ya que es un conjunto de personas regidas por un mismo gobierno estatal. O podríamos decir que todos los católicos son un país porque están regidos por el mismo gobierno que es la Iglesia. Así pues, tenemos un país que abarca casi la mitad del planeta, o varios países pequeños, o incluso mínimos ya que cada delegación tiene su propio delegado que podría ser su gobierno. ¿Incluso una junta vecinal regida por una persona específica podría ser un país? ¿O por qué no la Unión Europea donde casi todos tienen gobiernos social-demócratas?

También mencionan un conjunto de personas de un mismo origen. ¿A qué se refiere con “origen”? Porque si nos ponemos estrictos, todos venimos del mismo pueblo nómada que surgió en África hace ya un tiempo. Ahora, si nos referimos a un ancestro más reciente, pues cada familia sería un país, ya que yo no comparto ningún ancestro reciente con mis vecinos. Curioso lo del origen.

Que generalmente se habla un mismo idioma. Pues casi toda Latinoamérica es hispanohablante, ¿Entonces somos un país? Incluyendo a España y a todos los que hablan español. O bien, que hablamos idiomas diferentes. Pues, en sí esa definición podría abarcar a todo el planeta, así que tampoco es muy satisfactoria.

Tradiciones comunes y aspectos culturales compartidos como música, comida, ropa, etc. Pues ahora muchos celebramos la navidad. Esa es una tradición común entre muchas personas en el mundo, ¿Eso nos hace un país? Tampoco según nuestra concepción general de un país. Además, en Monterrey no se celebra la Guelaguetza, y en Chiapas no se comen las carnitas. Así que tenemos tanto tradiciones comunes como distintas y no por eso Oaxaca es un país. ¿O sí?

Y en lo que todos concuerdan: TERRITORIO. Exacto, eso es un país; un pedazo de tierra, sin importar que o quienes viven ahí. ¿Pero quién dijo “hasta aquí es mío y hasta acá es tuyo”? Bueno, pongamos un ejemplo.

Imaginen dos hermanos, uno metalero y otro popero. El metalero tiene sus propios valores, “leyes”, tradiciones e incluso podríamos decir que su idioma. Lo mismo sucede con el hermano popero. Ahora estos dos hermanos deben compartir una cama en un hotel mientras están de vacaciones. Cada uno tomará un lado de la cama y la dividirán con una línea imaginaria, o incluso con almohadas para hacer menos imaginaria la antes mencionada línea.

Así pues, cada lado de la cama es un país, con sus reglas, tradiciones, costumbres, etc. Y si el otro hermano intenta cruzar al otro lado, seguramente recibirá un puñetazo en el estómago. Así es como se forma un país. Algún grupo de personas deciden poner almohadas o imaginarlas y decirle a su hermano popero/metalero del otro lado “Si pasas esta línea, te parto el hocico”, y así ha sido desde siempre, nos gusta tener nuestro espacio personal.

Aunque bien el hermano popero y el metalero podrían tener su espacio personal sin tener que dividir la cama. Solo basta que se acueste uno de un lado y el otro del otro; y si uno se acercase mucho, con un simple “Hazte para allá” sería más que suficiente y sin tener que decir “Cabrón! Te pasaste de la línea!”

Pensemos un poco en los hermanos y la cama. Aún cuando partieran la cama a la mitad con una sierra, sigue siendo la misma cama. Además, ni es suya! La cama es del hotel, no de ellos. Entonces, ¿Por qué se empeñan en decir “Este es MI lado” si ni siquiera es SU cama? Todavía si ellos hubiesen comprado o construido la cama podrían adjudicarse una mitad.

Creo que ya se nota a donde quiero llegar. ¿Por qué insistimos en decir “Este es MI territorio” si no es NUERSTRO planeta? Nosotros no lo hicimos, ni lo compramos. Nosotros solo estamos alquilándolo. ¿Y cual es la necesidad de imaginar almohadas? Con un simple “Estás invadiendo mi espacio personal, por favor hazte más para allá” sería más que suficiente.

Cuando un vecino estaciona su coche frente a tu casa, normalmente le pedimos amable o no, que lo quite, pero no por eso vamos y quemamos su casa. Tampoco le pedimos que se desnude antes de cruzar frente a nuestra casa para asegurarnos que no traiga nada que pueda dañar la fachada o el jardín. Somos bastante civilizados, o al menos lo intentamos.

Sin embargo, si alguien quiere pasar al pedazo de cama que desde hace unos años se llama “EUA”, seguramente no te pedirán amablemente que te vayas. Si bien te va, te deportarán a patadas a tu lado de la cama.

Si pensamos en un país como normalmente lo hacemos, podemos darnos cuenta de que uno puede caminar libremente por donde quiera y en sí todos los habitantes, con todo y las diferencias propiamente humanas, se reconocen como parte del grupo. ¿Y si hiciésemos del mundo un gran país? Donde en vez de estados haya regiones y que cada región tenga su representante, y a su vez esa región que esté dividida y así progresivamente hasta llegar a las casas y familias.

Esperen. El mundo es así, cierto? Cada región tiene su representante o “presidente/emperador/dictador/rey” y esas regiones se dividen una y otra vez. Todos vivimos y nos apoyamos entre nosotros, las regiones agrícolas envían alimento a las regiones industriales y viceversa. Lo único que nos falta es que todos usemos la misma moneda, porque ni el idioma, ni tradiciones, ni nada son uniformes incluso dentro de las casas.

¿A poco no sería mejor así? Todos unidos y juntos, apoyándonos unos con otros en vez de atacarnos. Claro, habrá peleas y desacuerdos, pero entre el hermano metalero y el popero también los hay, y eso no les quita su calidad de hermanos ni que, aunque no lo admitan, se quieran, se respeten y si es necesario, se ayuden.

Pero bueno, yo soy muy idealista a veces. Necesitaríamos que todos los hermanos estén dispuestos a no invadir el lado del otro, sin necesidad de hacer una barrera de almohadas imaginarias. Pero definitivamente, así disfrutaríamos más nuestras vacaciones en la Tierra.

22/5/12

(...)

Aún cuando sea una simple rosa, el Principito tiene todo el derecho de defenderla sin importar que le digan tonto. 

"Si sucumbes ante la crítica y olvidas tus ideales, no importa lo que la gente piense, eres todavía peor." 
North Wind.

18/5/12

Es mejor matar delfines.

Oh pequeño monstruo infernal que primero vienes vendiéndonos tolerancia, conocimiento y libertad de pensamiento para luego volvernos a encerrar en el fanatismo, la ignorancia y los oídos sordos.

No sirve de nada no discriminar a los homosexuales, a la gente de piel oscura o a las mujeres si apartamos de nuestro lado al que escucha reggaetón, al que votará por la derecha y al que cree fervientemente en Dios.

Pequeño demonio de la contracorriente, que vienes seduciéndonos con el poder de cambiar el mundo gritando en alto que no estamos de acuerdo con la represión y la exclusión; y al mismo tiempo reprimimos y excluimos a los que no concuerdan con nosotros. El fanatismo y los ojos ciegos no solo son conservadores, los liberales también pueden sucumbir ante el “yo sí y tu no”.

No volaremos nuestros cuerpos en nombre de Dios, pero si censuraremos y señalaremos con el dedo a aquel que lo hace, insultándolo y llamándolo fanático; siendo que estamos sumergidos en nuestro propio fanatismo liberal y de mente abierta.

De que sirve una mente abierta si solo acepta a otras mentes abiertas. Seguimos excluyendo, discriminando y humillando al prójimo. No hemos cambiado en nada. Ahora el que merece la cámara de gas no es el judío, si no el sacerdote. La que no tiene derecho a un trabajo digno ya no es la mujer, ahora es el que escucha a Justin Bieber.

Vamos, no solo somos fanáticos, si no también hipócritas; nos elevamos sobre los demás en nuestro pedestal de supuesta mejor manera de ver el mundo mientras aniquilamos con nuestra lengua a los que no concuerdan con nosotros.

Ahora el gay tiene derechos, pero el derechista no tiene voz. Ahora el maya tiene vivienda, pero el torero es retrograda. Ahora se puede abortar, pero no ser Papa.

Bienvenidos todos al mundo de la hipocresía de pensamiento, de la doble moral, donde se puede humillar fingiendo tolerancia, donde se puede pisotear fingiendo fraternidad, donde se apuñala fingiendo abrazar.

Donde es mejor matar delfines que ballenas.

10/5/12

La Hoja en Blanco

Quiero y no puedo escribir.

¿Por qué? Porque leo y releo el escrito anterior y me digo a mi mismo “A ver como superas eso”. ¡Y cómo superarlo!  En ese momento las letras eran mis aliadas, las palabras mis amigas y las ideas fluían como agua entre mis dedos, entre mi alma y mi mente. Un río de emoción, de creatividad viajaba a toda velocidad dentro de mi ser, serpenteando y tomando fuerza mientras bajaba por mis brazos para terminar en una caudalosa cascada en la punta de mis dedos, la cual talló y redondeó el papel, las letras, las palabras, las metáforas.

¿Y ahora? Esos rápidos, esa cascada ruidosa. Ahora no es más que un riachuelo que viaja lentamente, sin preocupación, sin nada en que pensar. Arrastra un poco de arena, algunas hojas y de vez en cuando un pequeño guijarro suelto. Pero no tiene la fuerza para tallar la roca del papel vacío. Intento darle fuerza, intento ver las estrellas y escuchar la melodía de la lluvia. Busco algo que le regrese la fuerza a aquel río que ahora es tan solo un atisbo de lo que fue. Una sombra, un débil hilo de agua que a ni un pez podría darle cabida.

Que fue de esa inspiración, de ese incendio que consumió el espacio vacío y lo llenó de ideas y pensamientos. De imágenes y luz. Ahora solo son cenizas, brasas que se avivan un poco con el viento, pero que no logran producir ni la más insignificante lengua de fuego. Como reanudar aquella explosión de calor y brillo que se manifestó en simples palabras, que intentó expresar su intensidad en fonemas y sílabas, formando frases que solo permitían conjeturar la verdadera naturaleza del fuego por lo limitado que es el lenguaje. Las flores y el trino de las aves hacen crepitar por un momento la madera y los carbones, pero el fuego no crece. Está ahogado entre las cenizas de lo que fue.

Como llamar al cierzo que antes barría con todo lo que se encontraba, desprendiendo tejados y arrancando paraguas. Ahora es una suave brisa que apenas desacomoda el cabello de los despreocupados transeúntes de mi imaginación. Ya no se oye el rumor de las hojas, ni el aullido tenebroso saliendo de las chimeneas. Ya no hay remolinos que levanten las letras y las ordenen en bellos relatos, en oraciones largas. Dónde está ese vendaval que hacía girar los rehiletes a vertiginosas velocidades, haciendo que sus colores se confundieran entre sí creando otros nuevos y maravillosos más allá de lo imaginable. Ahora todo está rodeado por un gran muro que no permite al viento arrasar con lo que toque, haciéndolo estrellarse con ideas vacías e inconexas.

Porqué la tierra ya no vibra, ya no ruge, ya no se estremece destrozando los castillos y aterrando a los reyes de la lógica. Ya no tira las paredes de lo existente dando pie a lo inexistente, a las mil posibilidades del caos. Ahora la roca sólida descansa como un gigante durmiente, roncando en la comodidad de lo común. El alma y la mente están quietas, estáticas, a la espera de un terremoto que remueva sus cimentos, derrumbando sus cúpulas y ciclópeas torres hasta que no quede nada, para así poder renovarse, reconstruirse y renacer.

Y veo las estrellas y escucho la melodía de la lluvia. Y veo las flores y escucho el trinar de las aves. E intento tallar con mis propias manos lo que parece imposible, la inmaculada superficie de la hoja en blanco.

10/4/12

Oda de la Luna

La Luna, la Luna brilla para todos, y al hacerlo no brilla para nadie. La Luna está ahí observándonos con su ojo pálido, reflejo del Sol, amante nocturna. 

Aquel que la haya visto y no la pueda volver a ver seguro sufriría más que si no pudiese volver a ver el Sol. El Sol quema, lastima y enceguece. La Luna es como una madre, te acaricia con sus rayos, te acompaña en las noches oscuras, a veces te deja unos días ya que sabe que puedes cuidar de ti mismo, pero siempre vuelve a ti.

La Luna es una amante, una mujerzuela que a pasado por las manos, mentes y ojos de todos aquellos que tienen la fortuna de poder hacerlo. Desde la más tierna infancia, si la oportunidad se presenta, nadie se ha resistido a verla a la cara y desnudarla lascivamente.

La Luna es una amiga que guarda tus secretos, lo que haces en las noches. En la oscuridad donde nadie te ve, donde solo ella sabe y es testigo de tus actos. La Luna te ve, pero no juzga, no traiciona, no reprocha ni se enoja. La Luna es una observadora silenciosa, bailando allá en lo alto, viéndote y viendo a todos y a todo en sus más íntimos momentos, cobijados en el manto estrellado de la noche.

La Luna es el astro más poderoso, que opaca estrellas cuando aparece fulgurante en el firmamento. Desgarra la noche con su brillo, desgarra el aire con el sonido de los lobos y coyotes, desgarra las sombras. La Luna es una daga de plata que atraviesa el alma de quien la mira. La Luna puede comerse al Sol, puede volverse de sangre, cambia, muere y se renueva. La Luna es un ave fénix.

La Luna es inspiración de poetas y escritores, de artistas y aficionados. De enamorados y gente solitaria. Puede acompañarte en tus momentos de amor desbordante, o tenderte la mano cuando te encuentras sumido en la desesperanza. La Luna es esa persona especial, el recuerdo de aquella noche, la canción que suena bajo la ventana, y el poema que le dedicas a la persona amada. La Luna se regala, se baja y se visita. La Luna nunca se acaba, siempre hay Luna para obsequiar.

Pero que escribir sabiendo que la Luna brilla mientras lo haces. Brilla incansable, brilla blanca y pura allá en el firmamento. La miras entregándote su fulgor a ningún costo. Sería una mala prostituta la Luna, regalando su cuerpo sin cobrar.

Cobrar por ver la Luna, vaya que sería un negocio interesante. Mucha gente acudiría a los lunarios y pagaría por deslumbrar sus retinas con el blanco del espejo celeste. Otros sin embargo, no gastarían nada para verla. Hay gente que no disfruta de ver la Luna… ni de oler flores… ni de escuchar música.

Que sería de aquellos que nunca pudiesen ver la Luna. Los que nunca la vieron, no tendrían problema, no al conocen, no la pueden extrañar ni añorar. Pero los que la vieron un día, antes de ser atrapada y comercializada en latas, en bolsas, en instantes pagados… sufrimiento, tristeza, desesperación.

Y se va la Luna, se guarda en su caja de marfil negro. Allá en el horizonte. La Luna también necesita descansar. Todos y todas ya la han utilizado esta noche.

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