14/5/11

El Cantar de la Luna Oscura

Es el país de la luna oscura,
es la habitación deshabitada,
es la más bella criatura,
es la dama descorazonada.

Apuestos galanes la acortejan,
y de aquellos que lo han conseguido,
con el paso del tiempo la dejan,
y ella llorando escoge el olvido.

De olvido vive y de olvido muere,
como planta en jardín olvidado,
sabiendo que nadie la quiere,
sabiendo que nadie la ha amado.

De olvido vive y de olvido muere,
como planta en jardín olvidado,
sabiendo que nadie la quiere,
sabiendo que nadie la ha amado.

Es la inocencia pérdida,
es la vejez negada,
y unas lágrimas perdidas,
María vive desesperada.

De olvido vive y de olvido muere,
como planta en jardín olvidado,
sabiendo que nadie la quiere,
sabiendo que nadie la ha amado.

De olvido vive y de olvido muere,
como planta en jardín olvidado,
sabiendo que nadie la quiere,
sabiendo que nadie la ha amado.

6/5/11

La Dibujante - Final Alternativo

Ambos se volvieron parte del paisaje que diario veía, así que no me di cuenta cuando Cristina dejó de ir a pintar. Me percataría hasta que un día cualquiera y por pura casualidad no vi a Anselmo en su puesto, cosa que no me gustó ya que después de todo le conocía. Le inquirí a uno de los vendedores del parque si lo había visto y me dijo que desde hacía una semana no se pasaba por ahí. Fui a su casa y ahí se encontraba.

Había envejecido de pronto, ya no parecía un hombre de casi 90 años, si no de cien. Su mirada estaba vacía y sin vida. Le pregunté si se encontraba bien, si estaba enfermo o si necesitaba ayuda. “Se fue. Se fue la pintora. Hace un mes que la espero sentado en la misma banca y no ha regresado” De inmediato comprendí el por qué su cambio tan drástico, ella le había hecho los días más soportables y ahora que no estaba, ya no tenía nada ni nadie que lo sacara de su aburrimiento y soledad.

Inmediatamente fui a buscar a Cristina y mientras caminaba, en mi mente resonaban varias preguntas “¿Qué había sido de ella? ¿Por qué ya no iba al parque? ¿Estará bien?”. La inquietud me invadía y al llegar a su hogar mi corazón y mente se detuvieron en seco. La casa estaba completamente quemada. Incluso las casas de al lado tenían rastros de haber sido atacadas por el fuego.

Entré en la casa corriendo por una de las ventanas rotas y todo lo que vi era carbones, trozos de lienzo sin quemar, hollín de pared a pared y del piso al techo. Todo estaba calcinado. Subí por las escaleras, esquivando cuadros a medio quemar, y una vez arriba vi tres puertas, de las cuales una estaba intacta. Entré a esa habitación y no entendía como es que había quedado sin daño alguno, ni siquiera la alfombra tenía rastros de hollín, además pude ver colgado en la pared, ese lienzo que conocía tan bien. Me acerqué y lo observé con detenimiento. En una de las ramas del árbol había colgando algo que no lograba identificar, una piñata tal vez? Lo miré más de cerca y cuando comprendí de que se trataba, retrocedí dando tumbos. Era una persona ahorcada.

Después de admirar tan macabra escena, salí de la habitación y me acerqué a una de las otras dos puertas. Una era el baño, consumido por las llamas, en donde encontré algunos recipientes de plástico retorcido que no pude identificar y cuyas etiquetas habían desparecido casi por completo. Entré a la otra habitación y la escena que se abrió ante mis ojos se grabó a fuego en mi mente.

A la mitad de la habitación, tirado en el suelo, yacía un cadáver chamuscado, en un estado avanzado de descomposición y completamente irreconocible. De una viga del techo colgaba una cuerda rota, cuyo otro extremo aún estaba alrededor del cuello de ese cuerpo.

El terror me embargó y huí de esa terrible estampa, pero al bajar las escaleras tropecé con Anselmo el cual subía. Me había seguido puesto que también quería saber que había sido de ella. Le dije lo que había pasado y que debíamos llamar a alguien. La policía llegó unos instantes después y se llevaron el cuerpo al igual que el cuadro. Se determinó que la casa fue bañada en gasolina a excepción del cuarto sin quemar, y la prueba de ello eran los botes del baño.

Días más tarde recibí una llamada de Anselmo, me dijo que debía ir a su casa inmediatamente. Llegué y la puerta estaba abierta. Entré y lo busqué. No estaba en la planta baja ni en el primer piso. Salí a un pequeño jardín que había atrás y ahí estaba. A la sombra de un árbol, con un cuchillo clavado en el estómago. Su mano sostenía una nota:

“Querido amigo, me voy de este mundo. Todos mis pequeños placeres se han esfumado y te culpo a ti, maldito infeliz. La policía llamó, y el cuadro tenía una inscripción al reverso. Ella se suicidó por tu culpa. No pudo soportar el hecho de que la ignoraras, de que ya no la vieras. Estaba perdidamente enamorada del hombre que se atrevió a romper con cada regla de cortesía y acosarla con cinismo y, como le pagó ese hombre idiota? Con una total indiferencia. Así es, ella murió por tu culpa, y por ello yo también. Que quede en tu conciencia, eres culpable de dos muertes, maldito asesino!”

Así fue como terminaron esas dos vidas, murieron por mi culpa, por mi curiosidad primera y luego por mi indiferencia. Por eso escribo esto, para que quede registrado el por qué de que mañana cuando despunte el alba, haya un cadáver colgando de una de las ramas del ahuehuete del parque.

4/5/11

Oda a un amor

Te veo y al instante me siento tentado a tomarte, eres eso que hace soportables las mañanas, interesantes las tardes, y perfectas las noches. Te conocí hace ya tiempo y jamás podré olvidarte y mucho menos dejarte. Calientas mis manos y me arropas cuando hace frío.

Tu aroma lo puedo reconocer donde sea, así esté entre una multitud, puedo saber donde estás con solo aspirar un poco. Tu sabor queda en mi boca durante varios minutos después de que te has ido. Tu color tan intenso, tan perfecto. Eres tan cambiante, flexible y de todos modos increíble. Te adaptas a lo que yo desee.

No me importa que todo el mundo te conozca y que te haya probado alguna vez, tampoco me preocupa compartirte incluso con mis amigos cercanos o hasta con mi familia en mi propia casa. No me importa por que se que siempre podré tenerte, cuando y donde quiera. Y aunque nunca me digas que me amas, yo si te amo a ti…



DELICIOSO CAFÉ.

1/5/11

Ya lo pasado, pasado...

…El tango resuena en mis oídos mientras veo lentamente esas letras aparecer en la pantalla. La diosa de la noche hace ya tiempo que envolvió todo con su oscuro manto y Morfeo ya ha tumbado a la mayoría de aquellos que conozco. Pero yo sigo aquí, pensaba retirarme hace tiempo, pero llegaste tu, con tu cálido saludo que había esperado durante mucho tiempo.

Hace ya varias lunas que me pediste que me alejara y que te dejara, y ahora, después de tanto, me dices lo que he esperado oír durante todo ese tiempo. Y en este momento en el cual me dices eso que con tantas ansias he soñado, me doy cuenta de que ya no importa.

Al principio te veía de lejos, veía como habías adoptado eso que tantas veces te dije y que nunca hiciste conmigo. Cuando nos cruzábamos, mi corazón latía más fuerte y mi respiración se aceleraba. Cuando nuestras miradas chocaban, rápidamente baja la cabeza y me iba deseando que dijeras mi nombre.

Pero ahora, tanto tiempo después, que me recuerdas esos sentimientos pasados, ya no experimento nada. Es como si hablara con algún conocido con el cual no me había topado en años. Mi corazón late con normalidad y mi respiración es lenta. Me da gusto saber de ti pero no como antes, ya no es lo mismo, ya es algo sin mucho sentido.

Pero así es esto, soy feliz de que al fin pasara esto, pero se que se irá disolviendo hasta desaparecer. En fin, “olvida lo pasado y ya no te acuerdes de aquel ayer”

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