Cadáver Exquisito

El presente escrito fue realizado por mi buen amigo Isay D. Silva C. y yo, en medio de una conferencia bastante aburrida. He agregado algunos signos de puntuación para darle un poco mas de coherencia al texto, fuera de eso, se transcribe tal cual.

En aquel jardín donde el tiempo no pasa y la vida,
como la música de Veracruz y Chiapas me llena de alegría
simple y pura, como aquella que un niño siente al ver
las jaranas y las arpas. El problema es cuando oigo
el aletear lejano de las aves, sus cantos y también
cuando la veo llegar y mis músculos y huesos se paralizan...
Mi corazón... y me hielan el alma. Mas la gran hermosura
y humildad que emana de su aura sublime...

El jardín se extiende más allá de lo imaginable, más allá
de lo superficial, existe la profundidad de sus ojos,
de ese verde iridiscente, reflejan la blanca luz,
la cual me es imposible alcanzar y soy inaceptable para...
¡Para, por favor!, Le digo... suplico de rodillas ante su figura
fuerte y tenaz, dulce, amable y tranquila puede
lograr lo imposible.

Así, al hallarme desamparado y perdido
entre mi mierda y miseria, contemplando mi vida,
la existencia, el tiempo...