Si vives, puedes morir en el intento.

La vida es como un sendero en el bosque:

Puede que te encuentres en un gran camino rodeado de hermosas flores mientras escuchas las aves trinar, y en menos de lo que te imaginas, te ves en un senderito, lleno de rocas resbalosas y plantas espinosas.

Tal vez encuentres un tranquilo riachuelo donde detenerte a tomar un poco de agua, para luego quitarte los zapatos y cruzarlo mientras sientes las lisas piedras bajos tus pies y la suave corriente de agua entre tus dedos. O puede ser que encuentres un caudaloso arroyo, que cuando intentes cruzar, te revolcara y empapará de agua helada hasta los huesos.

Puede que encuentres un colibrí libando una flor, y un conejo en las lejanías. Puede que encuentres un coyote hambriento o una serpiente enroscada a la mitad del camino.

A lo mejor encuentras un manzano, o un peral. O solo encuentras cardos y hiedras ponzoñosas.

Puede que veas una linda mariposa, o un insecto peligroso.

Si, la vida es como un sendero en el bosque, lleno de belleza y cosas por demás hermosas, pero también con obstáculos que a veces parecen insorteables.

Tal vez en algún momento tengas que levantarte y sobarte las rodillas porque has resbalado con una roca llena de musgo, y en otro momento, tal vez puedas tirarte en un claro a admirar las nubes o incluso las estrellas, acompañado de un coro de grillos y cigarras.

Este camino del bosque, tan dual y tan cambiante, con sus planicies y claros, con sus barrancas y escarpadas pendientes, que sería de el sin todos estos contrastes?

Si fuera pura belleza, estabilidad, y tranquilidad, sería aburrido. Si fuera puros obstáculos, peligros y desafíos, nadie se atrevería a cruzarlo.

Esta es la vida, paz y dolor mezclados en una sola cosa. Esta es la vida, que inevitablemente nos llevara al fin último de esta, la muerte.

Este fin puede llegar después de mucho haber caminado, o puede llegar muy pronto por que hemos tropezado y caído por un acantilado, pero eso si, es innegable que llegaremos a el.

Así que, no te tomes tan enserio ni la mariposa ni la víbora, ni el manzano ni el cardo, ni los resbalones, ni los picos conquistados… no saldrás vivo de este camino.