… músico soy, músico seré…
Qué es un músico, me pregunto. Algunos dirán que es aquel
que toca algún instrumento, otros dirán que es aquel que tiene un papel que,
avalado por una escuela, dice que estudió tantos años y que, efectivamente, es
un músico; algunos otros dirán que es aquel que se presenta en público, o que
al menos toca más allá de lo básico. Sin embargo, yo me sigo preguntando, ¿Qué,
o mejor dicho, quién; es un músico?
¿Acaso soy yo un músico? Tomando en cuenta que llevo desde
ya hace muchas primaveras tocando en público más allá de lo básico. Además, sé
tocar al menos 3 instrumentos casi a la perfección y se hacer sonar otros 5 o
6. Sin embargo, no tengo un papel que diga “Este cabrón es un músico”.
O también, ¿Soy un pintor? Porque he pintado varios cuadros,
además de que puedo decir que estudié unos años pintura. Pero tampoco tengo un
papel que lo pruebe.
O actor, ya que más de dos veces he estado en un escenario,
haciendo de algún personaje. También he hecho “clown” y performances improvisados.
Es más, ¿Soy un escritor? Cuento con más de 200 textos ya
escritos, la mayoría publicados de manera independiente en ese tan querido
espacio mío, otros tantos han sido expuestos, calificados y hasta discutidos.
Es más, esto mismo es producto de mi habilidad para plasmar ideas “en papel”.
Pero, aquí viene un detalle que habrá que aclarar antes de
continuar escribiendo. Pintor, actor, escritor, aviador, corredor, nadador,
senador, trovador, constructor, cobrador, asador, elevador, comedor… Esas
palabras dan más la idea de alguien (o algo) que practica una actividad, así
pues, escritor es el que escribe como corredor el que corre y elevador la
máquina que eleva. Por tanto, escritor soy y pintor fui, sí, sin embargo en
este momento me refiero más a “literato”, “actuarato” y “pinterato” (a falta de
palabras en el español que lo definan).
Entonces, ¿Soy músico, pinterato, actuarato y literato o no?
La respuesta es simple: Depende de ti. Ese título es
otorgado por el público. Lo que es innegable es que soy escritor, actor, pintor
y “musicor” (otra palabra que le hace falta al español) cuando escribo, actúo,
pinto o hago música, sin embargo, lo músico, pinterato, actuarato y literato es
responsabilidad de los otros. Esto es porque ese “ato” va con el peso y la
etiqueta del arte. Un músico (musicato) es aquel que hace de la música un arte.
Y aquí viene el meollo del asunto: ¿QUÉ ES EL ARTE? Oh,
pregunta milenaria. Pero a mí me gusta intentar contestar las peguntas
milenarias.
El arte, según yo, se compone de tres cosas: Técnica, idea y
emoción. Si algo cumple con esas tres cosas, PARA MÍ, es arte. ¿Y cómo saber si
algo cumple o no con estos puntos?
La Técnica, eso es simple. Si alguien ejecuta una canción,
pinta un cuadro, esculpe un torso, escribe un libro, etc.; de una manera
“adecuada”, se puede decir que tiene Técnica. Pero no solamente es que sea
adecuada, sino que también cuenta la dificultad o lo innovador, porque pintar
un punto rojo no tiene mucha dificultad y es difícil hacerlo mal.
La Idea. Qué es lo que se quiere dar a entender con una
obra. Este punto es el más complicado de cumplir, ya que muchas veces es
bastante complejo entender realmente o al menos formarnos una idea de a dónde
apunta el artista. Pero incluso una idea completamente errada cuenta, el punto
es que intentemos entender, no que entendamos. Este punto es más difícil de
cubrir en la pintura y la música.
Finalmente, la Emoción. Si la obra causa alguna emoción o
sentimiento, entonces el tercer punto está cubierto. Risa, tristeza, incluso asco
o miedo, lo que sea. Este punto es mucho más difícil de cubrir en la escultura
y la escritura.
Quedará entendido que para mi muchas de las cosas que se
exhiben en los museos de arte moderno o contemporáneo que simplemente consisten
en objetos apilados o manchas de pintura, para mí no son arte. Esto porque,
podrá tener técnica, pero simplemente no me viene ninguna idea de lo que se
intenta transmitir y la verdad no me causa nada. O tal vez si me cause algo,
pero la idea normalmente falta. Sin embargo, tal vez alguien sí entienda o al
menos crea hacerlo, y por tanto, para esa otra persona, sí sea arte.
O con lo que escribo. Yo lo considero arte, no sólo porque
la modestia no es mi fuerte, si no porque creo tener técnica, entiendo a la
perfección lo que quiero dar a entender y todo lo que escribo lo hago con un
estado de ánimo especial. Pero tal vez otra persona que lo lea no entienda nada
o no le saque ni la más mínima sonrisa y para esa persona esto sea nada más que
las tonterías de un aficionado.
Así que el que sea o no un artista depende completamente de
aquel que lee lo que escribo, escuche lo que toco, admire lo que pinto o asista
a donde actúe. Y que el que algo sea o no arte es completamente subjetivo y
completamente personal.
Y nada más, para que conste, la Gioconda de Da Vinci y el
David de Miguel Ángel, no
son arte para mí. Pese a quién le pese.
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