Nuestra vida es de lo más irrelevante, definitivamente poco importante. Un día, toda la humanidad desaparecerá y todos aquellos grandes personajes que lograron trascender a la muerte se borrarán para siempre de la existencia. Además, sólo es un instante en el largo conteo cósmico, un abrir y cerrar de ojos en el devenir del tiempo.
¿Por qué, entonces, nos dedicamos a preocuparnos por algo tan trivial como nuestra vida?
Porque a pesar de su total e increíble futilidad, de su nimia duración frente a la eternidad del porvenir, nuestra vida es lo más importante que tendremos en nuestro paso por el mundo, al menos para nosotros. Y es debido a ese relativo y muy subjetivo valor que le otorgamos, que resulta sumamente idiota gastar nuestra infinitesimal oportunidad de estar en el aquí en angustiarnos en cosas que, no sólo no importarán una vez que muramos, sino que ni siquiera valen la pena.
La humanidad sobrevivió durante casi ciento veinticinco mil años en lo que ahora la comunidad internacional denomina "pobreza extrema" y que, en un magnífico acto de amnesia histórica, intenta erradicar estas antiguas formas de vida de donde sea que aún se manifieste. Claro que vivir en el paleolítico nos resulta una idea desquiciada incluyéndome, al fin y al cabo, somos producto de nuestros tiempos y culturas.
No obstante, aquellos pueblos congelados en el tiempo, a pesar de sus "carencias", tienen tiempo libre que dedican al ocio, a la religión (¿o filosofía acaso?), a la contemplación y de una u otra manera, al disfrute, hecho comprobado por más de un antropólogo. Si no fuera posible vivir así, ¿No se habría extinto toda la raza humana hace tiempo?, ¿Cuándo se ha hecho un estudio del estrés entre aquellos humanos que andan semidesnudos por las espesas selvas que el ecuador atraviesa?, ¿Por qué no sólo no han querido entrar a la "modernidad" sino que incluso algunas sociedades luchan contra ella?, ¿Quiénes somos nosotros para determinar cómo se debe vivir?
Y si nosotros, ustedes que leen y yo que escribo, tenemos una vida mucho más "sencilla", al menos en nuestra imaginación, que aquellos que deben sembrar su comida, tejer su ropa, construir su casa, fabricar todo utensilio necesario... ¿Por qué la desaprovechamos en esclavizarnos?
Esclavos del trabajo, de la escuela, del dinero, del consumo, de las ideas, del deseo, de los clichés, de los prejuicios...
¿Por qué no aprovechar nuestra "ventaja" para buscar estilos de vida más libres?
Reír, experimentar, probar, encontrar, atreverse, aprender, llegar, sentir...
Que importa si nuestra vida es una gota de agua en el inconmensurable mar del Todo, hagamos de esa gota la más dulce, divertida, creativa, colorida, bella y libre de todas. Que más da si seremos borrados como un dibujo en la arena, creemos una obra maestra aunque no haya nadie que la contemple. Si somos sólo un suspiro, que sea un suspiro como aquel que da una persona enamorada, maravillada o conmovida.
En vez de querer tener más, hagamos más con lo que tenemos; en vez de buscar avanzar más que el resto de la humanidad, ayudemos a la humanidad a avanzar más; en vez de preocuparnos por perder lo que hemos conseguido, ayudemos a otros a conseguir lo que no tienen.
Y sobre todo, disfrutemos y dejemos disfrutar, al fin y al cabo, el mundo se va a acabar.
Me gusta lo que piensas...¿Y si vivimos el momento?
ResponderEliminarAtte: Sin apodo =D
Eso siempre será lo mejor que podemos hacer con nuestras vidas...
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