Hoy por la mañana, como acostumbro
y no digo que sea una buena costumbre, me puse a revisar las noticias que los
periódicos que sigo habían publicado a lo largo de la madrugada y la mañana.
Asesinatos, robos, escándalos de diversa índole, atentados, noticias urgentes,
recortes presupuestales, juicios, accidentes, secuestros, violaciones… lo
usual. Pero hubo un artículo que me llamó la atención, su título invitaba, algo
así como la advertencia de este escrito, a no leerlo, a pasar de largo y hacer
caso omiso, pero igual que tú en este momento, decidí ignorar la advertencia y
heme aquí escribiendo al respecto.
Un artículo de opinión que ni
siquiera me tomaré la molestia de citar o referenciar dado lo molesto que me
pareció y no porque me pareciera ofensivo o que no me agradara la opinión del autor
-soy millenial pero no tanto-, sino
que se me hizo totalmente chocante, un artículo diseñado para hacer sentir
culpable a quien lo leyera.
Por cierto, si estás leyendo
esto, seguramente tienes acceso a internet, además de que hay una alta
posibilidad de que lo estés haciendo en TU computadora o TU celular o TU
tableta o lo que sea. Eso significa que eres del pequeño porcentaje de la
población mundial que tiene el PRIVILEGIO, así como yo, de tener acceso a la
tecnología; que muy probablemente tuvo el PRIVILEGIO de tener acceso a la
educación; que tiene el PRIVILEGIO de no tener que estar cosechando su comida,
ser explotado en una maquila o ser víctima de la trata de personas; y que sobre todas las cosas, tiene el
PRIVILEGIO de no estar siendo secuestrado o asesinado en este instante, porque
al parecer, estadísticamente hablando, los PRIVILEGIADOS como nosotros, tenemos
menos posibilidad de ser víctimas de algo así que aquellas personas que viven
en DESVENTAJA social. Así, mientras tú estas tranquilamente leyendo esto,
cientos de niños, mujeres y hombres de todas las edades están sufriendo el
hambre, la explotación, la enfermedad y la muerte mientras tú te das el LUJO de
voltear a ver a otro lado, en este caso, a este escrito y, como PRIVILEGIADO
que eres, no estás defendiendo a aquellos pobres seres inocentes que están
experimentando dolor y miseria, dejando que sucedan masacres y que pasen leyes
que permiten la explotación de los más débiles, guardando silencio y siendo
cómplice del sufrimiento ajeno…
¿Chocante cierto? Pues en
resumidas palabras, ese era el artículo. Me recuerda al famosísimo documental
de Food Inc., que si no han visto
(no)deberían verlo para darse cuenta de lo mucho que sufren los animales por TU
culpa al comer carne, o los que hablan del consumismo dónde explican como TU
consumismo está haciendo que el planeta se quede sin recursos naturales, se
contamine y las especies se extingan, o los documentales de la trata de
personas o el narcotráfico y todo el sufrimiento del que TE VUELVES partícipe
al comprar marihuana o ver pornografía y demás documentales donde queda claro
que todo lo malo del mundo es culpa TUYA (o nuestra, para ser más solidarios).
Y no es que nada de lo anterior
no sea cierto. Efectivamente, somos privilegiados de poder estar aquí,
escribiendo o leyendo, viviendo relativamente bien, relativamente cómodos y
felices, relativamente despreocupados. Sí, es verdad y hay que agradecerlo, hay
que estar conscientes de ello y hay que aprovecharlo al máximo, porque NO TODOS
tienen la oportunidad que tenemos nosotros. Y sí, efectivamente las granjas
industriales de pollos, cerdos y vacas son lugares de sufrimiento animal
brutal, y sí, nos estamos acabando los recursos naturales, y sí, cada vez
mueren más especies y sí, de a poco se está contaminando todo el planeta y
luego no tendremos agua que beber y sí a todo, sí nos estamos cargando el mundo
y la sociedad entera, sí, la humanidad está en un punto crítico y sí, todos
contribuimos en mayor o menor medida a que esto suceda, sí, sí, sí, por NUESTRA
culpa, NUESTRA culpa, NUESTRA GRANDE culpa…
E insisto, no es que me parezca
exagerado, incorrecto u ofensivo. Lo que me molesta es esa sensación de “Sí,
soy lo peor de lo peor” que se queda ahí porque casi ninguno de estos
documentales y artículos proponen algo para solucionar el problema, se quedan
en la “reflexión” en el “darse cuenta” del problema. ¡SÍ, YA SABEMOS! Llevamos
años sabiendo, lo que no sabemos es QUE hacer… Y es que las “soluciones” que se
proponen realmente no llevan a nada.
Que los animales sufren y
contaminan, pues se vegetariano o mejor aún, vegano… Cómo no sufren los
campesinos explotados al sembrar las zanahorias, ni se degrada el ecosistema
por los miles de hectáreas y litros de agua que se ocupan en la siembra de
lechugas, ni miles de animales pierden sus hábitats al talar selvas para poder
cosechar plátanos, y tampoco contaminan los tractores que cosechan la verdura,
ni los camiones que transportan harina de maíz, ni la fabricación de la caja o
huacal (una caja de madera, para los no-mexicanos) donde vienen los pimientos, ni
el refrigerador dónde guardan las fresas para que lleguen frescas a tu mercado
de preferencia…
Que la gente sufre por el
narcotráfico y la trata, entonces no compres drogas ni veas porno. Claro, como
eso soluciona los problemas económicos y situaciones de marginalidad que, en
primer lugar, llevaron a esas personas a incursionar en las economías ilícitas
dado que no tienen acceso a otros medios de subsistencia más que dichas medidas
desesperadas, debido a que su falta de “educación formal”, producto de su misma
marginalidad, les impide acceder a un trabajo hiper-especializado del que todos
“tenemos” que ser parte porque así funciona el mundo...
Que el auto, la ropa, los
productos de uso cotidiano y demás contaminan, pues no consumas nada de eso y
anda en bicicleta. Claro, como uno no se tiene que desplazar, especialmente en
las ciudades, de un extremo a otro de las mismas para ir a su trabajo o escuela
teniendo, de por sí, que levantarse a las 4 a.m. O como todos tenemos una
parcela detrás de nuestras casas, (porque todos vivimos en casas) dónde podemos
sembrar nuestra comida de manera sustentable y ecológica, así como nuestro
algodón o henequén para poder tejer nuestra ropa. Y claro, cómo todos tenemos la
oportunidad de cocinar en vez de comprar comida rápida que contamina muchísimo
y lavar a mano con poquita agua, porque en esta sociedad nadie trabaja y/o
estudia 8 horas o más al día, sin contar el tiempo de transporte, ni llega a su
casa totalmente desmotivado, exhausto y sin energía después de un día siendo
parte del “sistema” en el que vivimos y del cual todos “tenemos” que ser parte…
[¿Por qué? ¿Por qué todos tenemos
que ser parte de este sistema? ¿Qué no pasamos el 99% de nuestra historia
viviendo de OTRAS maneras?]
Y mi favorito, que todo es culpa
del maldito gobierno y los ricos y los poderosos y las religiones, entonces hay
que acabar con todo eso para vivir en un mundo de igualdad. Sí, como eso ha
sucedido alguna vez en los 300 mil años de historia de la humanidad y como
evidentemente esos seres tan despreciables no son resultado mismo de las
condiciones sociales en las que se desarrollaron, las cuales, evidentemente,
van a solucionarse al eliminar a unas 700 mil personas poderosas siendo que el
resto de los 7 mil millones de seres humanos llegaremos instantáneamente a la
paz mundial, cordialidad y cooperación en la sociedad utópica de la cual todos
queremos formar parte…
Entonces para conseguir un mundo
mejor, según esto, hay que ser vegano, puritano, autosustentable, anarquista y
ateo, además de feminista, pro-LGBTTTIAQ y partidario de todos los grupos
minoritarios (lo que es sumamente irónico si consideramos lo del ateísmo), pero
sobre todas las cosas, políticamente correctos porque no vaya a ser que alguien
se ofenda… Eso solucionará todos nuestros problemas y sí, técnicamente sí, si
todos fuésemos así, no habría problemas. En una sociedad totalitario dónde
todos tengan que actuar y pensar de la misma manera “tampoco hay problemas”.
Y a todo esto… si mi problema es
que dichos documentales y artículos sean más quejas que otra cosa al no
proponer nada realista para solucionar nada de lo que plantean y se quedan en
“la reflexión”, ¿Yo que propongo? No vaya a ser que esto también sea una queja
más que se sume a la infinidad de otras quejas que todos tenemos respecto a
todo… Primero que nada, dejar de simplificar las cosas, como si los problemas
estuvieran desconectados entre sí, como si fueran engranajes que se pueden
cambiar para que siga andando el reloj de la humanidad. Todos los problemas
están conectados, la sociedad funciona como un SISTEMA, lo que implica que
cualquier solución que no busque solucionar TODO y de la que TODOS seamos parte,
es una solución parcial.
Dado que la solución a TODO tiene
que ser TOTAL y por parte de TODOS, lo veo como algo completamente inviable, al
menos por el momento. La humanidad ha demostrado a lo largo de su historia,
hasta ahora, que no es capaz de organizarse en su totalidad, siempre habrá
disidencia, siempre habrá alguien inconforme, siempre habrá una minoría no
representada, siempre habrá una voz no escuchada, lo cual es el gran problema
de la democracia. En un mundo democrático, la solución jamás será TOTAL porque
siempre habrá alguien que esté en desacuerdo en todo su derecho. Por tanto, a
menos que implementamos un gobierno totalitario y opresivo que mantenga a todos
bajo control, tenemos que deshacernos de la idea romántica de que la humanidad
podrá unificarse como una sola raza en búsqueda del bien común al menos, en los
próximos años o siglos.
¿Qué propongo entonces como
solución a TODO? Nada. Absolutamente nada. Es más, tal vez incluso deberíamos
dejar de creernos tan importantes como para luchar por nuestra sociedad y
especie hasta el final ¿O acaso el último rinoceronte blanco, que murió hace
unos días, hizo algo para evitar que
su especie esté a dos hembras de extinguirse? Si la humanidad es una especie
única en el cosmos, ha demostrado que tal vez no sea buena idea que siga
existiendo y si no somos únicos y hay más como nosotros o similares, entonces
para qué preocuparnos, total, hay más…
Es aquí donde el título cobra
sentido, porque a nosotros nos tocará vivir el “fin del mundo” en un sentido
figurado. No me refiero al FIN DEL MUNDO, pero sí al fin del mundo como lo
conocemos. Estamos al final de una era, citando a Marc Augé, al final de la
“prehistoria de la humanidad”, aunque yo diría más bien al final de la
“infancia” de la humanidad, y ¿Qué sigue después de la infancia?, al menos en
el mundo “occidental” diría Margaret Mead, la adolescencia. Y, tomando en
cuenta el mundo altamente occidentalizado en el que vivimos, lo que toca es
vivir la adolescencia de la humanidad.
Dado que somos demasiado
individualistas todavía como para poder actuar como un verdadero conjunto, lo
que nos queda es trabajar en nosotros mismos, prepararnos para vivir el caos
que se avecina esperando sobrevivirlo y esperando que, lo poco o mucho que
hayamos aprendido hasta el momento sobre cómo NO se deben hacer las cosas,
pueda ser transmitido a las siguientes generaciones que serán las que
reconstruyan el mundo, porque a nosotros no nos va a tocar, es un hecho.
Nacimos demasiado tarde para vivir la época dorada del capitalismo y demasiado
temprano para vivir el resurgimiento de la sociedad después del colapso de
todo. Estamos corriendo hacia el abismo todos juntos y, como siempre, habrá
alguien que no quiera parar de correr, o comer carne (como yo), o ser machista,
o ser racista, o ser consumista, o ser drogadicto, o ser lo que sea, lo único
que nos queda es prepararnos para dar el salto.
Somos la generación del
apocalipsis.
¿y la educación como solución a leeeento paso?
ResponderEliminarEsa podría ser una solución, pero la gran pregunta entonces sería ¿Cómo lo haríamos? ¿Quién lo haría? ¿Bajo que principios o preceptos vamos a "reeducar" a toda la población?
Eliminar¿Y son esas preguntas muy difíciles de contestar?
EliminarTu dime, ¿Bajo que preceptos o principios educarías a toda la humanidad y de qué manera lo lograrías?
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