8/5/10

Simplemente cierto.

Hablando de no dejar abandonado el blog, hace tiempo encontré en una canción una carta que me dejó boquiabierto. En verdad, lo que dice es totalmente cierto y hermoso. Esta carta es el final de la canción “Atlantia” de Mägo de Oz, fue escrita por Txus Di Felliato y se desarrolla en un futuro no tan lejano a mi parecer.

La transcribo a continuación:

Durante miles de años, los seres humanos hemos podido disfrutar del mejor regalo que los dioses dieran jamás a ningún ser vivo: la brisa, el viento, el hermano Sol y la hermana Luna; campos y praderas donde ver crecer a nuestros hijos; amaneceres bañados con el perfume que estornudan las flores en primavera; puestas de sol decoradas con los sueños aún por conseguir; y aunque parezca mentira, inteligencia. Pero el hombre blanco despreció aquel tesoro y a medida que la vida le sonreía, el le contestaba dando patadas al destino.

Si alguien lee esta carta, que no olvide que el fin de esta civilización se debió al egoísmo, codicia e incultura de la raza humana.

Los hombres ya no somos mamíferos, el ser humano no se convirtió en depredador. La raza humana somos, simplemente un virus: matamos, crecemos y nos multiplicamos. Por eso nos extinguimos, por eso las aguas se tragaron nuestra civilización, la verdadera Atlántida éramos nosotros y por eso dejo escrita esta nota para formas de vida inteligente venideras.

Cuando los hombres escupen al suelo, se escupen a si mismos.

Txus Di Felliato

3 comentarios:

  1. Oh, es muy buena! Hay una frase Cree muy genialosa, que dice:
    "Sólo cuando el último árbol haya muerto, y el último río haya sido envenenado, y el último pez haya sido capturado, nos daremos cuenta de que no podemos comer dinero"

    <3!

    ResponderEliminar
  2. Ambas frases ya las había leido y son muy ciertas, el ser humano es... humano (pero no en el buen sentido)

    ResponderEliminar
  3. Mmm... Un virus?

    'Monstruo' más bien según yo queda. La civilización humana evolucionó de simple presa a bestia con la que es mejor no meterse, pero luego se convirtió en depredador y, no conforme, se convirtió en monstruo.

    Ya no hay justificación para la destrucción; sólo hay destrucción.

    ResponderEliminar

Cuando lo que se expresa es odio, no hay libertad...

Template by:
Free Blog Templates