29/6/10

Un trébol de cinco hojas

…y de repente, sin querer te descubres escribiendo cualquier cosa mientras escuchas L’ham de Foc. Tu mente es un torbellino de ideas inconexas, piensas en lo feliz que estás por que ya recibiste esa noticia, piensas en lo cansado que te sientes, tratas de olvidar el aroma a plástico quemado e intentas pensar en la carta, pero todo da vueltas, se mezcla, se encima y se esfuma.

Que hacer? Seguir escuchando L’ham, o cambiar a Gotan, Vaka, Orient, o acaso Chingon? Lo único que quieres es que te llegue la inspiración divina para complementar ese lindo trébol de cuatro hojas que acabas de enmicar y convertir en separador.

Ahora oyes The Cranberries, y eso no ayuda, es demasiado fresa para el momento. Te decides por L’ham y cambias el artista en el iTunes.

No se te ocurre nada, y para empeorar las cosas, te das cuenta de que esa persona está en el MSN, y no sabes si saludarla o no, y simplemente esperas a que te salude primero, cosa que sabes que no pasará. Nunca lo hace.

Ves el block de hojas de colores y piensas que hoja sería buena para escribir, repasas los colores en tu mente, y piensas que tal vez un amarillo ocre estaría bien, pero te falta el sobre. Claro que lo puedes hacer, y podría ser morado o rojo para contrastar con el amarillo.

Escuchas la radio a lo lejos, España le ve ganando a Portugal, pero sinceramente eso no te interesa, al contrario, te aburre y piensas en lo idiota que se pone la gente al ver o escuchar los partidos.

Piensas que hacer con el otro trébol de cuatro hojas, y que hacer con ese trébol que encontraste de casualidad y aún no puedes terminar de creer que tiene cinco, no cuatro y mucho menos tres, si no cinco hojas. Será de mejor suerte encontrar uno de esos? O será de mala suerte acaso? Quien sabe, no crees que muchas personas hayan encontrado algo así en su vida, y tampoco crees que lo vayan a hacer.

Te viene una vaga idea de lo que quieres escribirle, pero no estás seguro, sabes que sonarás cursi, meloso y demás cosas. Pero en verdad te importa? No, claro que no, no te importa en lo más mínimo, esa persona conoce ese estilo tuyo con que escribes las cartas.

Aún no te has puesto las pulseras que te quitaste antes de irte de viaje, tu madre te inquiere sobre tu vestuario para el viernes y pierdes el hilo de muchas cosas.

Y después de esa interrupción, descubres que has escrito bastante más de lo que pensabas escribir, y además, ves lo intrascendente y banal de todo esto, por lo que decides ponerte a hacer la carta y el sobre, a terminar los detalles del trébol de cinco hojas…

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