Que fácil uno olvida todos sus
ideales, sus bases, sus objetivos y todo eso que es completamente necesario
para disfrutar de nuestra vida. Que fácil uno olvida esas cosas cuando está
inmerso en nuestra sociedad histérica, porque la histeria se da tanto aquí como
en cualquier otro punto del planeta que esté habitado por personas.
Después de pensar en aquel
pajarillo que no sabe hacia dónde volar ya que sólo conoce su jaula, recordé
algo sumamente importante y que debería tatuarme en algún lado. El punto es
VIVIR no SOBREVIVIR. Hasta la palabra misma lo dice SOBREvivir. Y, cómo
sabemos, todo en exceso es malo, incluso, la vida; porque estamos aquí para
vivirla al máximo, para disfrutar cada instante, no para ver como carajos vivir
más.
Y, sí, disfrutando al máximo
posiblemente no vivamos 80 años, ni podamos comprarnos unos lujosos grilletes
de oro para presumirlos con toda la libertad que tenemos… sí, posiblemente no
podamos ser millonarios, ni cenar caviar, ni viajar a París, pero estoy seguro
que el día que nos muramos podremos decir con una sonrisa “Bueno, tal vez nunca
conocí Europa, pero al menos disfruté todo lo que sí pude hacer.”
Por tanto mis pajarillos de
plumaje iridiscente, vuelen lejos… no piensen en que fuera de la jaula no habrá
comida gratis, que hará frío porque nadie les pondrá una sábana en la noche,
que se enfrentarán a gatos, perros, possums* y demás creaturas… porque el punto es volar, volar lejos de la jaula y
disfrutar el viaje. Además, hay que caernos, hay que salir raspados y heridos,
hay que equivocarnos de camino, porque sólo así aprenderemos a aletear con
todas nuestras fuerzas para llegar al Sol, ya que entre más alto lleguemos, más
brillarán nuestras plumas.
Así pues, a disfrutar el vuelo, olvidar
la jaula y enfrentar lo que venga, que così è la vita che abbiamo scelto di
vivre, i miei fratelli!!!
*¿Pero qué cuernos es un Possum? Clic aquí.
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Cuando lo que se expresa es odio, no hay libertad...