Capítulo 11
“Como te has enterado de la existencia de esta
hierba mocoso? No sabes acaso que es una de las plantas más peligrosas que se
puede encontrar? Unas gotas del extracto de sus hojas y podrías matar a una
cuadrilla de caballos entera. Además, para que querría un niño de tu edad un
veneno tan poderoso?”
Marcos
le contó la historia de su madre y como su tío la había condenado a la hoguera,
y que ahora el quería tomar venganza. La bruja reía por la historia del niño mientras
le decía que si de verdad quería que Arturo sufriera, no le diera ese veneno
que lo mataría al instante, si no que debía darle otras cosas para que su
muerte fuera lenta y dolorosa como si se estuviera quemando en la hoguera,
diciendo esto último con un claro tono de ironía. Marcos le pidió que le
mostrara como hacerlo, que el deseaba con toda su alma hacer sufrir a su tío
como el había hecho con su madre, aún cuando su alma fuera condenada a las
llamas del infierno por tales acciones. La bruja solo sonreía y aceptó
enseñarle, pero el debía darle algo a cambio.Marcos no tenía nada más que su
ropa y su caballo, así que ofreció en pago al caballo y todo cuanto traía
encima, mas la bruja le dijo que lo que quería era a su hermano pequeño para
tener de sirviente. Marcos se negó rotundamente y la bruja le preguntó que qué
le era más importante, vengar a su madre o su hermano, que en todo caso,
viviría bien con ella y no le faltaría nada. La bruja lo sacó del cuarto y le
dio esa noche para pensarlo. Marcos salió dando tumbos del lugar y con el
estómago revuelto por lo que acababa de sucederle, tan aturdido estaba que no
notó que su hermano estaba junto a la puerta.
Pablo
había escuchado toda la plática de la bruja y su hermano, y comprendía que si
querían lograr su objetivo, el debería sacrificarse y así lograr que la anciana
le enseñara sus artes a Marcos, por lo que el mismo decidió ofrecerse a la
bruja la mañana siguiente, pero por lo pronto regresó a la cama. En la mañana
Pablo salió y vio a su hermano dormitando sentado en el suelo del pasillo,
seguramente se había quedado toda la noche en ese lugar, así que decidió no
despertarlo. Fue a hablar con la bruja y le dijo que había escuchado todo y que
se ofrecía voluntariamente para que aceptara instruir a su hermano. La bruja
aceptó la oferta y fue a despertar a Marcos.
“Anda
niño, el tiempo apremia. Levántate y sígueme para que te enseñe algunas cosas
que te serán útiles para acabar con tu tío.”
Marcos
se despertó y no entendía por que la bruja había cambiado de parecer, pero el
estaba contento de escuchar aquello y como si el piso estuviera ardiente, se
levantó de un brinco y siguió a la bruja la cual estaba saliendo ya de la
casucha. Marcos le pidió unos minutos en lo que iba a despertar a su hermano,
pero la bruja le dijo que no era necesario y señaló hacia el interior de la
casa. Pablo estaba parado tras de Marcos y le dijo que el se había ofrecido
para ser el ayudante de la bruja a cambio de que le enseñara a usar las
hierbas. Marcos palideció y casi se desmaya al escuchar tal noticia.
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