Capítulo 14
El
plan de Marcos y Pablo era el siguiente: Pablo ingresaría al convento pidiendo
que le dieran algún trabajo o algo que hacer dentro e investigaría cual era la
celda de su tío y una vez seguro, Marcos le daría una vela envenenada que pondría
en la celda de Arturo y una vez que estuviese agonizando, torturarlo por medio
de la culpa haciéndose pasar por enviados de Dios diciendo que ese era su
castigo. Simple en teoría, difícil en práctica. En primer lugar, como envenenar
una vela? Esta era una de las cosas que la anciana Genoveva le había enseñado a
Marcos en sus ocho meses como aprendiz. Primero se toma una vela y con un trozo
de metal caliente se derrite el centro para sacar el pabilo, el cual se
impregna con algún veneno que se libere al ser quemado, como el de las hojas
con que Marcos mató a la anciana, luego el pabilo se coloca de nuevo en su
lugar y se rellena el agujero de la vela con cera. Así se envenena una vela.
Así pues, Marcos y Pablo se dirigieron en primer lugar a lo que quedaba de su
casa, la cual había sido destruida por la Santa Inquisición dos semanas después
de la muerte de Irene, y ahí, utilizando las piedras que quedaban, construyeron
un pequeño refugio donde pasar las noches y preparar lo necesario.
Una
tarde, Pablo se dirigió al monasterio a pedir que le dejaran quedarse y que lo
acogieran como un siervo, ya que no tenía a donde ir pero no tenía vocación de
monje. Pablo fue aceptado y su primer trabajo fue el barrer los pasillos de
todo el monasterio y mantenerlos limpios. Así, poco a poco se fue
familiarizando con el monasterio hasta conocerlo como la palma de su propia
mano, claro está que conocía perfectamente la ubicación de la celda de Arturo.
Por las noches, robaba hogazas de pan que lanzaba por una ventana para que
Marcos tuviese algo que comer, y una vez que Pablo se sintió listo para el
siguiente paso, dentro de una de ellas metió un guijarro, señal que habían
pactado con anterioridad que significaba que Marcos podía comenzar a hacer la
vela envenenada. Esa misma semana a Pablo lo convirtieron en mandadero, dígase
que podía entrar y salir del monasterio para comprar cosas que se necesitaran,
y que mejor para poder ir por la vela al refugio de Marcos.
Marcos
por su parte, hizo varias velas con distintas cantidades de veneno, pero no
sabía cual sería la mejor por lo que decidió ponerlas a prueba, yendo a la
posada donde hacía casi un año se habían hospedado y cambió varias velas por
velas con veneno, las cuales tenían una marca diferente para saber que
contenían cada una y esperó dos días, en los cuales se llegaría a consumir como
máximo la mitad de la vela, y después podría elegir cual de todas era la más
apropiada. En ese tiempo era común que la gente muriera en las posadas, ya que
no era raro que los posaderos los mataran por su dinero, así que a nadie le
extrañó la muerte de dos personas. Algunas de las velas causaban la muerte casi
instantánea, otras no llegaron a matar a nadie pero si a hacerlos enfermar de
gravedad y otras solo un ligero escozor en la garganta, así que Marcos se
decidió por las que actuaban lento, pero eran letales para usar en contra de
Arturo. Así, con las velas listas, se encontró con su hermano al cual le dio
dos velas envenenadas, que se encargaría de ir colocando en la celda de su tío.
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