Tres intentos y fracasé en escribir algo para hablar del espíritu. Lugares comunes, metáforas quemadas y usadas hasta la náusea, dramatismo innecesario, romantización insípida. ¿De qué puedo hablar sin sonar a todo lo demás que ya se ha dicho de un tópico tan socorrido, presente, humano, necesario?
¿Cómo dibujar una rosa original?
Lo intenté tres veces y tres veces me detuve. “Que aburrido,
que común, que cliché”. Tema universalmente presente, generador de magia, creencia
y práctica, principio estructurador en torno al cual construimos, ya sea en relación, ya sea
en oposición.
Alma|cuerpO
Ultraterreno|terrenaL
Metafísico|materiaL
Sagrado|profanO
Etéreo|tangiblE
Inefable|concretO
¿Cómo escribir algo, plasmar en palabras, traer al aquí-ahora, un fenómeno que escapa al entendimiento, a ser tocado y descrito, solo susceptible a ser experimentado como qualia pura? Tres veces lo intenté y falle, cuatro con esta, que no llegó a ningún lado, sino que dio vueltas, persiguiendo su propia cola.
Tal vez, cuatro, tal vez.
Tal vez, es que aquello proveniente de esa otra esfera
lejana, simplemente no desea ser el tema, sino usar la pluma, que mi cuerpo
terrenal, material, profano, tangible y concreto sea, tan solo la interfaz que
requiere para traer un mensaje desde sus insondables dominios.
Tal vez solo tres.
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